Honda ha revivido una de sus nombres más icónicos con el nuevo Prelude GT500, un coche de carreras de 650 caballos de fuerza que competirá en el campeonato Super GT de Japón en 2026. Construido por Honda Racing Corporation (HRC), este radical cupé representa tanto una muestra tecnológica como un regreso simbólico para la marca.
Mientras que el Prelude de producción recién presentado usa un sistema híbrido de 200 caballos para el uso diario, la versión GT500 comparte poco más que el nombre. Bajo su carrocería de fibra de carbono hay una máquina de carreras diseñada para enfrentarse al Toyota GR Supra GT500 y al Nissan Z GT500 en la principal serie de turismos de Japón.
El Prelude GT500 tiene un chasis monocoque ligero de fibra de carbono, pasos de rueda ensanchados y un paquete aerodinámico agresivo, que incluye un gran alerón trasero y una altura mínima lista para la pista. Su motor turboalimentado de 2.0 litros y cuatro cilindros produce unos increíbles 650 caballos —más del triple que el modelo de calle—, enviando la potencia al tren trasero para un rendimiento máximo en el circuito.
Honda reemplazará su actual Civic Type R-GT con el nuevo Prelude cuando comience la temporada 2026 en el Circuito Internacional de Okayama el próximo abril. El primer shakedown del coche ya tuvo lugar en Sportsland Sugo el 1 de octubre, marcando el inicio de una fase intensiva de pruebas.
“Creemos que el actual Civic Type R-GT aún puede mejorar, pero la plataforma del Prelude nos da el potencial para lograr un rendimiento aún mayor,” dijo Masahiro Saeki, líder del proyecto Super GT de HRC.
Honda espera que el éxito en las pistas se traduzca en una nueva emoción por sus modelos de alto rendimiento en la carretera. Los fans ya especulan si un Prelude de altas prestaciones —quizás un Si o incluso un Type R— podría seguirle.
Por ahora, el GT500 de 650 caballos señala la intención de Honda de recuperar su dominio en el motorsport japonés y recordar al mundo lo que el nombre Prelude aún representa.