Madeline Halpert, en un juzgado de Nueva York
REUTERS/Jane Rosenberg
Hace tres meses, Sean “Diddy” Combs se arrodilló en un tribunal de Manhattan después de que un jurado de Nueva York lo absolviera de los cargos de tráfico sexual y crimen organizado.
“Voy a casa,” dijo, volviéndose para mirar a su familia, que lo había apoyado cada día del juicio.
El viernes, una versión más callada del magnate del hip-hop se sentó impasible y quieto en su silla, mientras el juez lo sentenciaba a más de cuatro años de prisión.
Después de que el Juez Arun Subramanian terminó de leer la sentencia, el rapero se volteó para mirar a su familia y pareció decir con los labios: “Os quiero, lo siento”.
Fue un momento silencioso que marcó el final de un juicio caótico de ocho semanas que cambió para siempre la imagen pública de Combs – antes uno de los raperos más famosos del mundo. El jurado vio videos gráficos de los llamados “fiestones” de Combs – fiestas sexuales que él había grabado con acompañantes masculinos de pago, su ex pareja Cassandra Ventura y “Jane”, una víctima anónima. También vieron un video, que ya se había vuelto viral, de él golpeando a Ventura en el pasillo de un hotel.
En julio, un grupo de 12 neoyorquinos absolvió a Combs, de 55 años, de los cargos de tráfico sexual y crimen organizado – que conllevaban la posibilidad de cadena perpetua – pero lo declaró culpable de transporte con el fin de ejercer la prostitución.
Vídeo: La familia y los abogados de Sean ‘Diddy’ Combs llegan para su sentencia
Sus abogados esperaban que saliera de la cárcel en cuestión de semanas, pidiendo al tribunal una condena de 14 meses, 13 de los cuales ya había cumplido.
Los fiscales habían acusado a Combs de dirigir una empresa criminal para coaccionar a mujeres a realizar actos sexuales no deseados y bajo la influencia de drogas. Aunque había sido absuelto de los cargos más graves, el tráfico sexual y el crimen organizado, ellos habían solicitado una sentencia de más de 11 años de prisión.
Finalmente, el Juez Subramanian le dijo a un abatido Combs que sus crímenes y el abuso de sus exnovias justificaban 50 meses en prisión.
Mientras le decía al tribunal que Combs había usado su fama y poder para “subyugar” a sus víctimas, el magnate de la música no levantó la vista, manteniéndose impasible durante el discurso de 20 minutos del juez. Su séquito de más de 30 familiares llenaba la sala detrás de él.
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Durante la audiencia de todo el día, el tribunal escuchó horas de declaraciones de varios de sus abogados, sus hijos, un pastor y un defensor de la reforma judicial que le dijo al tribunal que Combs era un hombre cambiado y sobrio desde su detención.
También vieron un video compilado por su equipo legal mostrándolo con sus hijos, así como el funeral de su exnovia Kim Porter, madre de algunos de sus hijos, que falleció en 2018.
Pero el tribunal no escuchó a las víctimas mismas, después de que una persona que planeaba hablar, Mia, una ex asistente de Combs que testificó de forma anónima, se echó atrás después de que la defensa escribió una carta llamándola mentirosa.
Subramanian calificó la carta de “inapropiada” y agradeció a las “mujeres fuertes” por presentar las acusaciones contra Combs, diciéndoles que no solo estaban “hablando con 12 hombres y mujeres en el jurado”.
En lugar de sus propias declaraciones el viernes, Subramanian leyó varias declaraciones de las víctimas del testimonio, diciéndole a Combs: “Estos fueron delitos graves que dañaron irreparablemente a dos mujeres.”
El mismo Combs se dirigió al tribunal por primera vez desde el comienzo de su juicio.
Respirando hondo antes de ponerse de pie para leer su discurso, le suplicó al juez “misericordia”.
Leyó con gafas un papel que tenía frente a él, intentando mantener el contacto visual con el juez mientras le decía: “No tengo a quien culpar excepto a mí mismo”.
Se echó a llorar al voltearse para mirar a su familia y decirle a su madre: “Fallé como hijo”.
No fue la primera vez que se derramaron lágrimas durante la audiencia.
Muchos de los seguidores de Combs lloraron cuando seis de sus siete hijos se acercaron al podio para pedirle al juez una sentencia leve, diciéndole que necesitaban a su padre. Las tres hijas y los tres hijos se apiñaron con los brazos alrededor unos de otros mientras varios de ellos lloraban al hablar con el juez.
El juez dijo durante la sentencia que había tomado en consideración los lazos familiares de Combs, pero dijo que también tenía que tener en cuenta el daño que había causado a sus dos víctimas.
Los crímenes fueron graves, añadió, señalando que ocurrieron incluso después de una investigación federal y la filtración de un video mostrándolo golpear a Ventura en el pasillo de un hotel.
“Una historia de buenas obras no puede limpiar tu historial,” dijo.
Pero, le dijo a un consternado Combs, que inclinó la cabeza hacia arriba dos veces y suspiró, que había luz al final de su sentencia de cárcel.
“Sr. Combs, usted y su familia, van a superar esto,” dijo.
Cuando el juez terminó su discurso, Combs asintió brevemente a sus docenas de familiares y amigos, antes de salir en silencio por la puerta para ser llevado de vuelta a una cárcel federal en Brooklyn.