Rob Cameron
Corresponsal en Praga, Praga
Reuters
Andrej Babis se ha inspirado en el movimiento Maga de Estados Unidos, especialmente en las gorras rojas de su partido que ponen “República Checa Fuerte”.
Los checos acuden a las urnas este viernes y sábado enfrentándose a una situación de seguridad en Europa que está empeorando y a temores de interferencia rusa.
Se pronostica que el multimillonario populista Andrej Babis, de 71 años, encabezará el próximo gobierno, reemplazando a la coalición fuertemente pro-occidental y pro-Ucrania.
Pero es probable que necesite aliados en los extremos de la política checa, y su precio no será barato.
“Nunca arrastraremos a la República Checa hacia el Este. Puedo descartarlo absolutamente”, declaró Babis ante una multitud de seguidores mayormente mayores, reunidos alrededor de un escenario en la antigua ciudad industrial de Kladno, a las afueras de Praga.
“¡Nosotros no fuimos los que nos sentamos con Putin; fuimos los que expulsamos a diplomáticos rusos!”, continuó, refiriéndose a medidas tomadas durante su primer mandato tras descubrirse que la inteligencia militar rusa GRU había volado un depósito de municiones checo en 2014.”
En un mitin fuera de Praga, Babis aseguró a sus seguidores que no se alinearía con Rusia.
Una fila de cabezas grises asentía mientras el ex primer ministro se entusiasmaba con su tema.
“Y nunca, repito, nunca, consideraremos salir de la Unión Europea. ¡Miren lo que le pasó a Gran Bretaña! Y son una potencia nuclear. Tienen gas, petróleo, industria pesquera. Son amigos de Trump”, añadió.
Andrej Babis mismo también es amigo del expresidente estadounidense Donald Trump.
Muchos seguidores llevaban la gorra de béisbol roja de Babis, con la frase “República Checa Fuerte”, claramente inspirada en el movimiento Maga de Trump.
El problema para Babis, y que pronto podría convertirse en un problema para la OTAN y la UE, es que es poco probable que su partido ANO gane una mayoría absoluta.
En su lugar, probablemente necesitará formar alianzas con partidos más pequeños en los márgenes de la política checa.
Las encuestas y declaraciones públicas sugieren que su elección de aliados potenciales se limitará al ultranacionalista SPD, los Automovilistas Anti-Acuerdo Verde, y ¡Basta!; una coalición ad-hoc de comunistas renovados, los restos de una vez poderosos Socialdemócratas, y un blogger con un sombrero negro que se hace llamar “Pitchfork”.
El miércoles por la noche, durante su único debate cara a cara con el Primer Ministro Petr Fiala, Andrej Babis descartó formar una coalición con los comunistas. “Firmaré un papel con ese compromiso aquí mismo en el estudio”, dijo.
Varios de sus posibles aliados quieren referéndums para salir de la UE y la OTAN.
ANO dice que eso no va a pasar.
“Criticamos a la Unión Europea, pero no queremos destruirla, queremos reformarla”, dijo el vicepresidente Karel Havlicek a la BBC.
“Y la OTAN, bueno, podemos criticar muchas cosas, pero unirnos a la OTAN fue el hito más importante en la historia de la República Checa, y nuestra posición es fortalecerla”, continuó.
El estudiante de ciencias políticas Ondrej Kapralek teme que su país pueda estar siguiendo a Eslovaquia y Hungría hacia la extrema derecha.
Mientras hablábamos, un gran dinosaurio inflable se cernía sobre nuestras cabezas, parte de un castillo hinchable instalado para el mitin de ANO. Para los seguidores mayores había carpas que ofrecían tazas de café, controles gratuitos de presión arterial y las gorras de béisbol rojas.
Para cuando me fui, ya se habian acabado.
Al otro lado de la ciudad, Ondrej Kapralek, un estudiante de ciencias políticas de 19 años y activista del liberal Partido Pirata, se prepara para votar en su primera elección.
Los Piratas formaron parte del gobierno de centroderecha hasta que abandonaron la coalición por un fallido plan de digitalización.
Pero su estrella política está volviendo a subir, y podrían atraer a votantes desencantados tanto con el gobierno como con la oposición populista o extremista.
La coalición Spolu (Juntos) del Primer Ministro Petr Fiala está muy por detrás del partido ANO en las encuestas.
“Ciertamente siento que deberíamos invertir en nuestra seguridad”, dijo el estudiante.
“No se trata solo de vivienda, no se trata solo de la economía, no se trata solo de la UE; todas estas cosas tienen que unirse para que mi país le muestre a mi generación que pueden tener un gran futuro aquí”, le dijo a la BBC.
Como muchos jóvenes progresistas checos, le preocupa que su país pueda seguir los pasos de la Eslovaquia de Robert Fico o la Hungría de Viktor Orbán, ambas miembros de la UE y la OTAN, pero cada vez más iliberales y a favor de estrechar lazos con Moscú.
“Rusia está librando una campaña masiva de desinformación contra la República Checa”, dijo el analista de seguridad Roman Matica, añadiendo que se cree que los servicios de inteligencia rusos también están detrás de ciberataques y casos de incendio provocado.
Cree que la presencia de partidos afines a Rusia en un gobierno liderado por ANO debería hacer saltar las alarmas en toda Europa.
“Estos partidos son prorrusos, por lo que querrán lo que es bueno para el Kremlin”, le dijo a la BBC.
“Le pedirán a ANO que deje de apoyar a Ucrania, que ponga fin a la iniciativa checa de municiones, que se oponga a las sanciones contra Rusia.”
ANO ya ha dicho que eliminará la iniciativa, que ha suministrado 3.5 millones de proyectiles de artillería a Ucrania. Quieren reemplazarla con un esquema más transparente que opere dentro de los límites de la OTAN.
Pero los posibles socios de coalición del partido quieren ir más allá, con recortes radicales en el gasto de defensa y la expulsión de refugiados ucranianos.
Durante los últimos años, la lealtad del gobierno checo hacia la UE, la OTAN y la defensa de Ucrania ha sido inquebrantable.
Si las encuestas son precisas, ese enfoque pronto, como mínimo, será cuestionado.