Lo que los expatriados deben saber sobre las nuevas normas para jubilarse en España.
Crédito de la foto: Guillermo Latorre via Unsplash
Los EXPATRIADOS que contemplen jubilarse en España a partir del próximo año deben tener en cuenta un dato crucial: a partir del 1 de enero de 2026, la Seguridad Social implementará nuevas condiciones para la jubilación… y no todo el mundo podrá cumplirlas.
Las nuevas modificaciones
Aquellos que hayan alcanzado 38 años y 3 meses de cotización podrán jubilarse a la edad ordinaria de 65 años. No obstante, quienes no hayan alcanzado dicho umbral deberán esperar hasta los 66 años y 10 meses de edad para poder acceder a la jubilación en España. Esto supone un contraste de dos meses con respecto a la legislación de 2025, que establecía la edad en 66 años y 8 meses.
En 2027, las cifras continuarán en aumento: el umbral mínimo se elevará a 38 años y 6 meses de cotizaciones, y quienes no cumplan con el requisito deberán esperar hasta los 67 años de edad para poderse jubilar.
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Además de esta nueva norma, el próximo año también introducirá un sistema de doble vía para calcular la base reguladora que determina el monto de la pensión. Las dos vías son las siguientes:
- El sistema vigente, que toma en cuenta los últimos 25 años de cotización.
- El nuevo sistema, que elige los mejores 27 años, o 324 meses, de cotización dentro de un período de 29 años y permite excluir los dos peores años.
La Seguridad Social calculará automáticamente ambas opciones y otorgará la que resulte en una pensión más elevada. Este cambio será especialmente ventajoso para quienes hayan tenido interrupciones en sus carreras laborales o hayan experimentado una reducción salarial antes de la jubilación.
Jubilación anticipada
La posibilidad de acceder a una jubilación anticipada, ya sea voluntaria o involuntaria, se mantiene para los trabajadores que hayan alcanzado el umbral. Quienes cumplan los requisitos podrán acceder a la jubilación voluntaria desde los 63 años de edad. Sin haber alcanzado el umbral, podrán hacerlo desde los 64 años y 10 meses.
Por otra parte, la jubilación involuntaria, derivada de despido, complicaciones de salud u otras causas ajenas a la voluntad del trabajador, estará disponible desde los 61 años si este cumple el umbral, y desde los 62 años y 10 meses si no lo cumple.
Cabe señalar que quienes opten por la jubilación anticipada podrían ver sus pensiones reducidas, ya que los coeficientes reductores son más severos cuanto antes se produzca la jubilación.
Jubilación parcial
La opción de la jubilación parcial también se verá afectada por los nuevos requisitos. Con un contrato de relevo, el trabajador podrá jubilarse parcialmente desde los 62 años si cumple el umbral. Sin cumplirlo, la edad mínima se eleva a 63 años y 10 meses.
Sin un contrato de relevo, la edad mínima será la nueva edad ordinaria de jubilación: 65 años si se alcanza el umbral, o 66 años y 10 meses si no.
¿A quién afectará?
La nueva normativa afectará directamente a quienes tengan una historial laboral intermitente o no hayan logrado alcanzar el umbral requerido. Para quienes no cumplan el requisito mínimo, las consecuencias son las siguientes:
- Tendrán una edad de jubilación más alta; casi dos años superior a la ordinaria.
- Se enfrentarán a restricciones para acceder a la jubilación anticipada.
- Contarán con menos flexibilidad en las opciones de jubilación parcial.
- Obtendrán una pensión más baja.
¿Por qué se implanta este sistema?
Según la Seguridad Social, el sistema pretende fomentar carreras laborales más largas y cotizaciones más estables. Asimismo, el sistema busca una mayor sostenibilidad.
¿Qué pueden hacer los trabajadores para prepararse?
Resulta fundamental que los trabajadores que planeen su jubilación verifiquen su historial de cotización, así como utilicen el servicio de simulación de la Seguridad Social para planificar su pensión, teniendo en cuenta la nueva normativa. Explorar opciones de cotización adicional también podría marcar una gran diferencia llegado el momento de la jubilación. Finalmente, por supuesto, siempre resulta beneficioso –y literalmente rentable– mantenerse informado sobre cualquier cambio en el sistema, especialmente a través de fuentes oficiales.
