La cadena alemana de moda low-cost KiK se perfila como un serio competidor para gigantes como Primark y Pepco, con la ambición de erigirse en el líder indiscutible del mercado español de ropa económica.
Las siglas KiK representan la filosofía ‘Der Kunde ist König’ (El Cliente es el Rey), y la empresa afirma que es posible vestirse ‘de pies a cabeza por solo 30 euros’.
Inauguró su primer establecimiento en España hace exactamente tres años en Sevilla, y desde entonces ha expandido su red a más de cien tiendas en el territorio nacional.
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KiK EN MADRID
La compañía tiene una presencia sólida en Andalucía, Madrid y la costa levantina.
Sus locales suelen constar de una única planta de entre 500 y 1.000 metros cuadrados y cuentan con aparcamiento adjunto.
Su estrategia económica es similar a la de sus rivales: se basa en realizar compras volumétricas a proveedores para poder ofrecer precios reducidos al consumidor final.
Según se lee en su página web: “Hemos implementado con éxito nuestro compromiso de que ‘El Cliente es el Rey’ en 13 países europeos”.
Y añaden: “Nuestros precios bajos son especialmente valorados por familias, padres jóvenes y clientes con una marcada orientación al precio”.
Aunque la indumentaria constituye su principal surtido, en sus lineales también es posible encontrar productos de decoración, accesorios, juguetes y artículos de belleza, ninguno de los cuales supera los 20 euros.
KiK fue fundada por el conglomerado Tengelmann en Alemania hace más de tres décadas y actualmente opera más de 2.600 establecimientos en su país de origen.
En el conjunto de Europa continental, la firma gestiona un total de 4.000 tiendas, con el objetivo de añadir otras mil a su red.
Da empleo a 29.000 personas y factura anualmente alrededor de 2.400 millones de euros.
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