El Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) ha anunciado un hallazgo revoluvionario en el yacimiento del Cabezo del Molino, en Rojales: lo que podria ser una de las basílicas cristianas rurales más antiguas jamás documentadas en la provincia.
El descubrimiento, realizado durante la octava campaña de excavación este pasado septiembre, se enmarca en lo que ya está reconocido como la mayor necrópolis bizantina de la Península Ibérica. Los arqueólogos consideran haber desenterrado un complejo funerario completo, que incluye dos áreas de enterramiento y un edificio religioso cuya planta recuerda a las primeras basílicas paleocristianas, de dimensiones similares a pequeñas ermitas.
El diputado de Cultura Juan de Dios Navarro, quien visitó el sitio junto al director del MARQ, Manuel Olcina, y la codirectora de la excavación Teresa Ximénez de Embún, calificó el hallazgo como un hito para la investigación internacional sobre el período bizantino. Desde 2018, el proyecto dirigido por Ximénez de Embún y Juan Antonio López Padilla ya ha deparado grandes sorpresas, incluyendo la propia necrópolis y avanzados estudios antropológicos realizados con el prestigioso Instituto Max Planck de Alemania.
Navarro subrayó que la excavación no solo enriquece el patrimonio cultural alicantino, sino que consolida a la región como un referente clave para el estudio del cristianismo primitivo: «Este programa nos permite documentar y ahondar en el conocimento científico de estos hallazgos, ayudándonos a comprender mejor las civilizaciones que aquí florecieron».
Por su antigüedad y relevancia, la basílica de Rojales se erige como un excepcional y apasionante ventanal a las primeras comunidades cristianas de la provincia.
