Los proyectos ferroviarios planificados por el Govern balear han topado con la oposición local, de manera más evidente en Sa Pobla, donde existe un rechazo generalizado a la ruta preferida por el ejecutivo para la prolongación hacia Alcúdia.
El otro proyecto actualmente sobre la mesa es el tren desde Palma pasando por el aeropuerto y extendiéndose hasta Llucmajor y, en última instancia, Campos. Este también ha generado inquietud a nivel local. Se estima que unas setenta familias de agricultores se verán afectadas por el trazado propuesto.
Un colectivo denominado DECA (Defensa Ciudadana ante el Abuso) congregó a un centenar de vecinos y representantes de todos los partidos políticos en el Ayuntamiento de Llucmajor para acordar una acción conjunta. Los partidos políticos se están posicionando del lado de los residentes para rechazar la ruta propuesta. Es un “Sí al tren, pero no con este trazado”.
En una reunión el viernes por la tarde, Jaume Oliver del PSOE resumió el sentimiento general. Existe apoyo al ferrocarril, “pero este recorrido no tiene sentido y afecta a alrededor de setenta familias que viven de la agricultura y la ganadería y son quienes mantienen viva la tierra”.
Explicó que su partido había presentado “dos propuestas muy concretas” al gobierno en junio junto con toda la documentación para respaldar un cambio del trazado. Esto se presentó a tiempo y de la manera correcta durante la fase de consulta pública, “pero no han respondido”.