Protestas en el Reino Unido: «No al racismo, no a Trump»

Los manifestantes han tomado las calles de Londres y Windsor para protestar por la segunda visita de Estado, sin precedentes, de Donald Trump al Reino Unido, la cual grupos de derechos humanos han condenado por el apoyo de Estados Unidos al “exterminio continuado del pueblo palestino”.

Cientos de protestantes se congregaron en Portland Place, en el centro de Londres, cerca de la sede de la BBC, portando pancartas con lemas como “No al racismo, no a Trump”, junto con versiones reducidas del “Globobebé Trump” que se convirtió en un ícono durante las masivas manifestaciones en su primera visita de estado en 2019. Los manifestantes también marcharon cerca de Whitehall y la Plaza del Parlamento.

Se informó, además, de otras protestas anti-Trump el miércoles en los alrrededores del Castillo de Windsor, situado a 40 kilómetros (25 millas) al oeste del centro de Londres.

Mientras tanto, el gobierno británico ha desplegado la alfombra roja para el presidente estadounidense, organizando reuniones con ejecutivos de negocios de EE. UU. y ceremonias protoculares diseñadas para reforzar la credibilidad de Trump en asuntos comerciales.

De acuerdo con Milena Veselinovic de Al Jazeera, los eventos oficiales se mantuvieron deliberadamente alejados de las manifestaciones en el centro de Londres “para evitar que Donald Trump se enfrente a la vergüenza de toparse con una protesta”.

Stop the War, uno de los principales organizadores, declaró en X: “¡Los negacionistas del exterminio no son bienvenidos! ¡Abajo la visita de Estado de Trump! ¡Exijamos que EE. UU. y el Reino Unido dejen de apoyar al Estado genocida israelí!”

La Campaña de Solidaridad con Palestina también instó a los británicos a alzar la voz. “Las políticas de Trump confirman que es un tirano racista en casa y un incitador en el exterior. No son cosas que debamos honrar. Únase a nosotros para exigir que nuestro gobierno cancele esta visita”.

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Rory Challands de Al Jazeera, en su cobertura de las protestas, las describió como “el contrapunto a toda la adulación, pompa y majestad que está ocurriendo en Windsor en este momento”.

“Aquí no hay carruajes reales. No hay desfiles militares. Esta es una Inglaterra muy diferente. Es la Inglaterra de la izquierda. Es la Inglaterra de los sindicatos. Es la Inglaterra de los grupos ecologistas y la Campaña de Solidaridad con Palestina. Y su mensaje es que Donald Trump no es bienvenido en este país”.

Challands señaló que los manifestantes acusan al gobierno británico de honrar a “un hombre que, en su opinión, básicamente ha estado destruyendo los derechos humanos en Estados Unidos, socavándolos en todo el mundo, negando el cambio climático y permitiendo un exterminio en Gaza”.

“Incluso lo señalan como la figura espiritual de un movimiento global de extrema derecha que es autoritario y está haciendo retroceder la democracia”, añadió.

A pesar de los esfuerzos por proteger a Trump de las protestas, cientos de manifestantes de la Coalición Stop Trump se reunieron frente al Castillo de Windsor. La Policía del Valle del Támesis informó que cuatro personas fueron arrestadas bajo sospecha de comunicaciones maliciosas después de proyectar imágenes de Trump y del pederasta Jeffrey Epstein en la fortaleza milenaria.

Los agentes también hablaron con el conductor de una furgoneta que llevaba un cartel que mostraba a Trump junto a Epstein, quien murió por suicidio en una celda de Nueva York en 2019. “No se realizaron arrestos y no se incautó ningún vehículo”, declaró la policía sobre ese incidente.

La visita de Trump ocurre en momentos en que el primer ministro británico, Keir Starmer, enfrenta dificultades políticas internas tras destituir recientemente al embajador del Reino Unido en Washington, Peter Westmacott, debido a las reacciones por los vínculos del diplomático con Epstein.

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La propia amistad de Trump con Epstein también lo ha situado en el centro de titulares perjudiciales en las últimas semanas.