Los residentes de numerosas ciudades españolas se han quejado en los últimos años del exceso de turistas. Las autoridades locales y los patronatos de turismo consideran que la clave reside en la diversificación, y los vacacionistas chinos podrían ser fundamentales para esto.
Desde hace varios años, los habitantes de muchas zonas populares de España protestan contra el sobreturismo, lamentando la masificación, el alza de los precios de alquiler y el comportamiento escandaloso de algunos visitantes.
No obstante, algunas autoridades y responsables turísticos pretenden atraer aún más turistas —en concreto, a aquellos procedentes de China.
Pero si tantos destinos ya sufren por el volumen de turistas, ¿por qué razón el país quiere más?
Los expertos creen que la solución a estos problemas pasa por cambiar el modelo actual: es decir, abandonar la oferta de paquetes vacacionales económicos en las costas, así como los viajes de despedida de soltero y el turismo de fiesta, para enfocarse en viajeros con mayor poder adquisitivo que visiten destinos culturales del interior.
¿Y por qué precisamente turistas chinos?
Un vacacionista chino gasta de media 2.958 euros durante su estancia en España, lo que equivale a aproximadamente 288 euros al día, ya que su estancia promedio es de 10,3 noches.
Los británicos, en cambio, gastan una media de 1.151 euros y 166 euros diarios, ya que su estancia suele ser de 6,9 noches, según un informe de la feria de turismo Fitur.
Los estadounidenses también gastan menos que los chinos, con un promedio de 2.113 euros por estancia o 273 euros al día.
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Además, el turista chino promedio no viene a España por el sol o las playas —ya tienen suficiente con las del sureste asiático, más cercanas—.
En su lugar, vienen a Xībānyá (España en mandarín) por la cultura y la buena comida. Esto significa que evitan los resorts masificados y eligen destinos alternativos a los de muchos turistas europeos.
Por lo general, los ciudadanos chinos se alojan en hoteles de alta gama en lugar de apartamentos turísticos, uno de los principales motivos de queja de los locales respecto a la ‘turistificación’ de sus ciudades, ya que los alquileres vacacionales inflan los precios y las rentas.
Varias ciudades españolas han sido transparentes respecto a sus planes para enfocarse más en atraer visitantes chinos. Una de ellas es la histórica ciudad de Toledo, en el centro de España, donde quieren “promover un turismo de calidad frente al turismo de masas”.
Recientemente, la ciudad de Castilla-La Mancha lanzó una campaña para atraer más turistas de mercados asiáticos y también envió una delegación a China compuesta por representantes del sector hostelero y empresarial toledano.
Asimismo, quiere iniciar el proceso de hermanamiento entre Toledo y Xi’an, hogar de los famosos Guerreros de Terracota.
Las autoridades de Toledo han tomado recientemente medidas para limitar el impacto del sobreturismo en su casco antiguo, desde restringir la publicidad de tours gratuitos, hasta controlar el número de grupos guiados y permitir solo un tren y un autobús turístico.
Esto podría suponer un desafío en lo que respecta a los visitantes chinos, ya que suelen viajar en grupo.
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Otra ciudad que mira hacia Lejano Oriente en busca de nuevos mercados turísticos es Gijón, en Asturias.
En 2026, el objetivo de la ciudad norteña es dirigirse a los viajeros chinos y “explorar este nuevo mercado”.
Cabe destacar que Gijón no sufre los mismos problemas de sobreturismo que otras ciudades costeras españolas, pero evidentemente busca atraer a un turista más acomodado.
Incluso localidades más pequeñas como Talavera, no lejos de Toledo, recibirán este mes una delegación china con el objetivo de promocionarse en los ámbitos turísticos del gigante asiático.
Un total de 93,8 millones de turistas extranjeros visitaron España en 2024 y, de ellos, 647.801 provinieron de China, lo que representa un aumento del 66,7% respecto a 2023.
El incremento de conexiones aéreas entre ambos países ha contribuido en este aspecto. El año pasado, Air China reanudó su ruta directa entre Barcelona y Shanghai, y Málaga y Sevilla están negociando introducir también un vuelo directo semanal a ciudades chinas.
Cathay Pacific también regresó a Barcelona en 2024, reanudando los vuelos sin escalas entre la capital catalana y Hong Kong.
Sichuan Airlines inauguró en abril de este año vuelos directos que conectan Madrid con Chengdu, famosa por sus osos panda gigantes.
Y, este invierno, China Southern Airlines también inaugurará su primera ruta a España, con tres vuelos semanales entre Guangzhou y Madrid.
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