El ejército israelí confirmó este martes el lanzamiento de su tan esperada ofensiva terrestre en la Ciudad de Gaza.
Siguiendo órdenes del liderazgo político, las tropas israelíes han “ampliado la operación terrestre hacia el bastión de Hamás, la Ciudad de Gaza”, dijo un portavoz a periodistas.
Lo describió como una “maniobra gradual” que involucra a fuerzas aéreas y terrestres, con el objetivo de desalojar a los combatientes de Hamás que se esconden en la extensa red de túneles que hay bajo la ciudad más grande de la Franja.
Israel calcula que hasta 3.000 miembros del grupo militante islamista, listos para el combate, están presentes en la Ciudad de Gaza.
El ejército afirmó que hará todo lo posible para garantizar la seguridad de los rehenes que aún permanecen en la Franja de Gaza y de los civiles en la ciudad.
En las últimas semanas, Israel ha llamado a los residentes a trasladarse a las llamadas “zonas humanitarias” en la parte sur del litoral.
Según información militar israelí, alrededor del 40% de los civiles que residían en la Ciudad de Gaza —o más de 350.000 personas— ya se han ido.
Además del plan operacional, también existe un plan para el apoyo humanitario de los civiles, dijo el portavoz.
Las organizaciones internacionales de ayuda han advertido repetidamente sobre una crisis humanitaria que empeora en el territorio palestino, asolado por la guerra y hogar de unos 2 millones de personas.
La guerra de Gaza fue desencadenada por el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas y más de 250 fueron secuestradas. Israel dice que 48 rehenes permanecen en Gaza, y se cree que 20 de ellos están con vida.
La autoridad de salud de Gaza, controlada por Hamás, dice que más de 64.800 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra. El recuento no distingue entre civiles y combatientes, pero las cifras son consideradas ampliamente creíbles por las Naciones Unidas.