El presidente estadounidense Donald Trump, junto con el gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee, estableció el lunes un grupo de trabajo para combatir el crimen en Memphis, Tennessee.
La ciudad, dirigida por demócratas, es la segunda en enfrentarse a una crackdown de la administración Trump contra el crimen, después de Washington DC.
Trump ha prometido “arreglar” la ciudad después de posponer planes para una operación similar en Chicago, supuestamente debido a la oposición de oficiales locales y estatales.
El alcalde de Memphis, Paul Young, también ha expresado su oposición al plan, argumentando que el crimen ya está disminuyendo sin intervención federal.
Sin embargo, el presidente dijo el lunes que Memphis está “sobrepasada” por robos de coches, atracos y tiroteos, además de otros crímenes.
“No vamos a permitir que esta clase de salvajismo destruya nuestra sociedad nunca más”, declaró Trump al firmar un memorándum en el Despacho Oval.
“Vamos a ocuparnos de todos ellos paso a paso, igual que hicimos en DC. Ahora mismo prácticamente no hay crimen en DC, y vamos a mantenerlo así”, dijo, señalando que aún tiene en la mira a Chicago y St. Louis, Missouri.
El grupo de trabajo en Memphis será una “réplica de los esfuerzos” en Washington DC, afirmó Trump, añadiendo que activará agencias federales incluyendo la Guardia Nacional, el FBI, Immigration and Customs Enforcement, y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Departamento de Justicia.
Lee elogió sus esfuerzos para una “reducción sostenida del crimen” en el estado.
En una entrevista con CNN el sábado, Young dijo que no estaba “contento” con los planes federales de desplegar la Guardia Nacional en Memphis —comentó que el plan le fue confirmado primero por Trump en Fox News el día anterior.
“Mi objetivo es asegurarme de que, si realmente vienen, tengamos la oportunidad de influir en algunas de las decisiones sobre cómo se involucran en nuestra comunidad”, dijo.
“Es algo en lo que no tenemos opción”, añadió. “Haremos todo lo posible para asegurarnos de que tenga un impacto limitado en nuestras comunidades”.
Los legisladores republicanos en el estado —incluyendo al gobernador Lee— han expresado su apoyo.
El gobernador dijo la semana pasada que ya estaba trabajando en un plan con la Casa Blanca que traería “toda la extensión de los recursos federales y estatales” para actuar en Memphis.
Estadísticas del FBI del 2024 muestran que Memphis tiene 2,501 crímenes violentos por cada 100,000 personas, una de las tasas más altas de cualquier ciudad estadounidense.
La proclamación llega después de semanas de especulación sobre dónde desplegaría próximamente recursos federales para luchar contra el crimen.
Además de Chicago, el presidente había mencionado Nueva Orleans —recibido con agrado por el gobernador de Louisiana, Jeff Landry— y Baltimore.
El 11 de agosto, Trump tomó el control del departamento de policía de Washington DC, y también activó unidades de la Guardia Nacional e inició una oleada de agentes federales de la ley.
Desde entonces, se han realizado más de 2,000 arrestos y se han incautado cientos de armas ilegales, lo que oficiales de la administración han señalado repetidamente como signos de que su estrategia en la ciudad está funcionando.
No obstante, las encuestas muestran que el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la ciudad es impopular entre muchos residentes locales, y expertos legales han cuestionado la legalidad de usar tropas en ciudades estadounidenses.
A principios de septiembre, un juez federal en California dictaminó que el despliegue de tropas por parte de Trump para calmar los disturbios en Los Ángeles este verano fue ilegal, aunque el fallo no aplica a otras ciudades.