Mujeres que reman por la vida

Los concejales Ángela Zaragozí y Javier Jordá brindaron su apoyo remando los primeros kilometros. Crédito: Anemona Marina Baixa

Las valientes mujeres de Anémona, el Grupo de Autoayuda para Mujeres con Cáncer de Mama y Ginecológico de Benidorm, han asumido un nuevo reto que trasciende con creces lo meramente deportivo. Esta mañana dieron comienzo a su primera peregrinación hacia Iria Flavia, un trayecto simbólico de mil seiscientos kilómetros que representa la fortaleza, la unidad y la voluntad de seguir adelante.

La salida tuvo lugar en el Club Náutico de Benidorm, donde los ediles Ángela Zaragozí y Javier Jordá ofrecieron su apoyo remando los primeros kilómetros junto al grupo. Cada miembro de Anémona remarà entre 120 y 130 kilómetros en ergómetros, cubriendo juntas la distancia que separa Benidorm de la Ría de Arousa, en Galicia.

Una vez completado el remo el lunes 7 de octubre, las mujeres se desplazarán a Cabo de Cruz y continuarán su camino a pie, recorriendo los 25 kilómetros que conducen a la Iglesia de Santiago Apóstol en Padrón. La previsión es finalizar la peregrinación en un solo día, pero si la meteorología no lo permite, la concluirán en dos, siempre juntas, apoyándose mutuamente.

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Tradición y religión

Para Anémona, este viaje posee un significado muy especial. Iria Flavia, en Galicia, es un lugar de honda tradición, vinculado a la historia del apóstol Santiago, de quien se dice que predicó allí por primera vez. Para el grupo, llegar hasta allí supondrá una forma de celebrar la vida, la resiliencia y los lazos que las unen.

La concejala Zaragozí volvió a destacar el respaldo del ayuntamiento, mientras que el concejal Jordá las calificó de “infatigables” y les deseó fuerzas para el camino que les espera.

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María Botella, presidenta de Anémona, habló con emoción: “Este reto trata de celebrar la vida, de demostrar que estamos bien y que juntas podemos lograr cualquier cosa. Estamos profundamente agradecidas al ayuntamiento, al Club Náutico, a nuestro entrenador, al párroco y, sobre todo, los unas a las otras.”

Con cada kilómetro remado, Anémona no solo está honrando su propio trayecto frente a la enfermedad, sino que también inspira esperanza; una prueba más de que, unidas, pueden conquistar cualquier mar.