La película narra el cautiverio de Miguel de Cervantes en Argel.
Crédito de foto: Enrique Íñiguez Rodríguez/Wikipedia CC
El Castillo-Fortaleza de Santa Pola ha acaparado el protagonismo del cine español al ser empleado como localización para la última producción histórica de Alejandro Amenábar, *El Cautivo*. El filme, que llegó a las salas de toda España el pasado 12 de septiembre, relata el cautiverio de Miguel de Cervantes en Argel tras su captura por piratas bereberes en el siglo XVI.
Amenábar, uno de los directores más aclamados de España, seleccionó esta fortaleza histórica en la costa de Alicante para recrear fragmentos del encierro cervantino y el mundo mediterráneo del Renacimiento tardío. El Castillo-Fortaleza, construido originalmente a mediados del siglo XVI para defender la costa de los ataques piratas, proveyó un escenario auténtico para la producción.
Fuentes locales confirmaron que el rodaje tuvo lugar en el interior de la fortaleza, especialmente en el Patio de Armas, donde se construyeron decorados temporales para trasladar al espectador a la época de Cervantes. Durante la filmación, se cerraron al público ciertas zonas del edificio y del Museo del Mar, ubicado dentro del recinto. Estas medidas permitieron al equipo de producción transformar los espacios interiores en un ambiente fiel al período histórico retratado. El estreno de la película ha sido calificado en Santa Pola tanto como un evento cultural cuanto una oportunidad para proyectar el patrimonio local en la gran pantalla. Según publicaciones del Periódico Santa Pola y Publitoral, la colaboración atrajo la atención nacional hacia el enclave, subrayando su valor no solo como monumento histórico, sino también como plaza viable para grandes producciones cinematográficas.
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Con *El Cautivo*, Amenábar prosigue su exploración de la historia española, vinculando el legado literario de Cervantes con localizaciones reales de la provincia de Alicante. Para Santa Pola, este proyecto ha consolidado aún más al Castillo-Fortaleza tanto como guardián del passado como escenario para nuevas narrativas culturales.
