Un helicóptero Pegasus de la DGT de España, reconocido por detectar infracciones de tráfico desde el cielo.
Crédito: agsaz, Shutterstock
Si alguna vez has conducido por las autopistas de España, conocerás el nombre. Pegasus. El helicóptero de tráfico que podía detectarte excediendo la velocidad, conduciendo demasiado cerca o cambiando de carril de forma abrupta mucho antes de que lo vieras. Durante más de una década, la flota mantuvo a los conductores bajo control desde las alturas.
Ya no. A partir de este mes, esos ‘ojos en el cielo’ permanecen en tierra. Y no es por el mal tiempo o por averías. Es porque nadie quiere el trabajo de mantenerlos volando.
Un contrato de 51 millones de euros que nadie quiere
La autoridad de tráfico de España, la DGT, lanzó una licitación pública este verano. El acuerdo valía más de 51 millones de euros: mantener los helicópteros, conservar los radares funcionando y proporcionar pilotos capacitados.
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Suena a mina de oro. Pero cuando llegó la fecha límite, ni una sola empresa presentó una oferta. ¿La razón? Pegasus no es barato. Estos helicópteros están envejeciendo, sus sistemas de radar tardan hasta diez segundos en confirmar la velocidad de un coche, y las reparaciones cuestan una fortuna.
Al no haber interesados, el contrato anterior expiró el 1 de septiembre. Desde entonces, los nueve helicópteros que aún permanecían en servicio (antes había doce) han sido retirados de circulación aérea.
Qué significa para los conductores
La DGT insiste en que la seguridad vial no se verá afectada. España todavía cuenta con miles de radares terrestres, furgonetas camufladas, drones e incluso cámaras con inteligencia artificial para pillar a los infractores.
Pero Pegasus era diferente. Un helicóptero podía seguir a un conductor durante kilómetros, reuniendo pruebas imposibles de impugnar. Más allá de las multas, estaba el factor miedo. Saber que podía haber uno sobrevolando hacía que los conductores se lo pensaran dos veces. Sin ellos, muchos consideran que España ha perdido uno de sus elementos disuasorios más efectivos.
“No se trata solo de tecnología”, declaró un experto en seguridad vial a los medios locales. “Se trata de comportamiento. La gente conducía de forma distinta cuando pensaba que Pegasus los estaba vigilando.”
Cuál es el futuro de los helicópteros Pegasus en España
El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirma que la situación es solo temporal y que los helicópteros volverán a surcar los cielos “muy pronto”. Pero otros se muestran escépticos.
En julio, el ministerio encargó nuevos cascos para la unidad aérea de la Guardia Civil, lo que alimentó la especulación de que los pilotos de la Guardia Civil podrían hacerse cargo hasta que se encuentre un nuevo contratista. Pero eso sería un parche temporal, no una solución definitiva.
Los críticos argumentan que ha llegado el momento de retirar a Pegasus e invertir en herramientas modernas. Los drones son más baratos, más difíciles de detectar y más fáciles de desplegar. ¿Por qué gastar millones en mantener helicópteros obsoletos en el aire cuando máquinas más pequeñas pueden desempeñar la labor de manera más eficiente?
Por ahora, sin embargo, los cielos de España están más tranquilos. Los conductores pueden sentirse menos vigilados, incluso si los sistemas terrestres siguen ahí. La verdadera prueba será si las cifras de accidentes varían sin la presencia de los helicópteros.
Y si el miedo ha desaparecido para siempre, la DGT puede que lo tenga muy difícil para recuperarlo.
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