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Los inversores reaccionaron de forma favorable el martes ante la noticia de que la minera londinense Anglo American se fusionará con el productor canadiense de cobre Teck Resources.
Las acciones de Anglo American se dispararon más de un 9% luego de que las empresas compartieran el anuncio a primera hora del día, lo que confirmó informes previos de los medios.
La fusión creará un coloso de la minería del cobre con un valor de más de 50 mil millones de dólares (42.6 mil millones de euros), convirtiendo al acuerdo en el más destacado del sector minero en más de una década.
Los inversores de Anglo poseerán el 62,4% de la nueva entidad, mientras que los accionistas de Teck controlarán el 37,6% restante.
El acuerdo es a prima cero, lo que significa que los inversores de Teck no recibirán una valoración significativamente superior al precio actual de mercado.
Anglo emitirá 1.3301 acciones por cada título de Teck y pagará a sus propios accionistas un dividendo especial de 4.5 mil millones de dólares (3.8 mil millones de euros).
¿Podrá mantenerse el impulso?
“La combinación con Teck le proporcionará a Anglo una mayor exposición al cobre, una materia prima con una demanda robusta debido a su papel fundamental en la transición hacia energías limpias”, afirmó Russ Mold, director de inversiones de AJ Bell.
“La gran incógnita es si sumar los activos de Teck a su cartera será suficiente para reactivar el precio de las acciones de Anglo más allá del salto inicial motivado por el entusiasmo de la fusión”, añadió. “Anglo no tiene un historial perfecto en la realización de acuerdos”.
En particular, Anglo ha enfrentado dificultades con su negocio de diamantes, el principal minero mundial de estas gemas, dado que las piedras cultivadas en laboratorio han incrementado la oferta y han mermado los precios. Anglo registró deterioros de aproximadamente 2.9 mil millones de dólares (2.5 mil millones de euros) en De Beers el año pasado.
Ya sea que el repunte accionario sea efímero o no, la adquisición envía un mensaje claro a los mercados: Anglo American no es una presa fácil, especialmente después de que la empresa lograra repelar los intentos de adquisición por parte de su rival BHP.
La australiana BHP lanzó su prolongada oferta por Anglo American el año pasado, topándose con desacuerdos sobre la reestructuración de la compañía. BHP pretendía desprenderse de algunos de los activos sudafricanos de Anglo, una propuesta que fue rechazada por sus accionistas.
Teck también ha sido objeto del interés acquisitivo de Glencore, que intentó sin éxito comprar la empresa hace dos años. No obstante, Glencore sí logró adquirir el negocio de carbón metalúrgico de Teck por alrededor de 6.9 mil millones de dólares (5.9 mil millones de euros).
Apoyo de la familia Keevil
Respecto a la unión entre Anglo y Teck, los consejos de ambas compañías han recomendado el acuerdo por unanimidad.
Aun así, las empresas recalcaron que conservan la facultad de considerar “ofertas de adquisición no solicitadas” y de dar por terminado el acuerdo actual si se presenta una propuesta “superior”. Para este escenario, se ha establecido una cláusula de terminación de 330 millones de dólares (280.9 millones de euros).
Las aprobaciones regulatorias para el acuerdo podrían demorar entre 12 y 18 meses, según el CEO de Teck, Jonathan Price. Añadió que la familia Keevil de Canadá, que posee la mayoría de las acciones clase A de Teck, respalda el acuerdo.
El director ejecutivo de Anglo, Duncan Wanblad, permanecerá como CEO de la nueva compañía, Anglo Teck, mientras que Jonathan Price de Teck será el director ejecutivo adjunto.
En declaraciones a periodistas en Vancouver, Wanblad calificó la unión como una “verdadera fusión de iguales” y subrayó que la nueva junta directiva se compondrá equitativamente con los consejeros existentes de ambas empresas.
La nueva firma tendrá su sede en Vancouver, pero mantendrá su cotización principal en Londres, con listados secundarios en Johannesburgo, Toronto y Nueva York.
Anglo confía en que la consolidación genere ahorros de costos anuales y ganancias de eficiencia por 800 millones de dólares (681 millones de euros) para el cuarto año tras su finalización.
