Este es el momento en que un grupo de adolescentes argelinos se filmó a sí mismos gritando y alborotando mientras cruzaban el Mediterráneo hacia Ibiza en una embarcación de recreo robada.
El grupo de siete jóvenes rió, bailó y vociferó de alegría mientras piloteaban la nave a través de 300 kilómetros de mar abierto.
Un vídeo salvaje de su travesía muestra a los adolescentes festejando en cubierta mientras la costa balear aparece tras su maratónico viaje.
El grupo continuó filmando incluso después de desembarcar en el popular resort playero, consumando uno de los cruces de asilo más audaces de la memoria reciente.
Horas antes, habían puenteado el encendido de una lancha Geisa Naval Open 550 en su país natal antes de zarpar desde la costa argelina el 3 de septiembre.
La embarcación, diseñada para actividades costeras y no para travesías de larga distancia, se mantuvo en funcionamiento mediante arreglos eléctricos improvisados realizados por los ingeniosos adolescentes.
Las celebraciones desenfrenadas y el ambiente festivo contrastan marcadamente con la mayoría de los cruces migratorios.
Los adolescentes lograron completar la travesía sin equipo de navegación ni experiencia marítima, alcanzando Platja d’en Bossa al anochecer, donde fueron interceptados por las autoridades españolas.
La embarcación que secuestraron se usa típicamente para excursiones costeras de fin de semana, lo que hace su viaje a través de rutas marítimas congestionadas aún más extraordinario.
La embarcación fué retirada de la playa y marcada con las etiquetas de identificación pintadas con aerosol que la Guardia Civil aplica típicamente a las pateras.
Los siete migrantes se encuentran ahora al cargo de los servicios de inmigración españoles.
El propietario argelino de la embarcación enfrenta dificultades para recuperar su propiedad, mientras su familia alega preocupación por la corrupción en el sistema legal del país norteafricano.
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