Tras una semana en la que un aficionado del Glasgow Rangers pasaba por delante de su estadio, Ibrox Stadium, vio un abono de temporada clavado en una de las verjas y pensó “Eso me lo quedo, nunca se sabe cuándo se puede necesitar un buen clavo”. Mientras, el Real Mallorca ha suspendido a su vicecapitán, Dani Rodríguez, tras que este utilizara las redes sociales para quejarse de una “falta de respeto” por parte del entrenador del club. La suspensión es de diez días, que es la sanción máxima que el club puede imponer en estos casos según el código disciplinario de la AFE. Un comunicado oficial del club emitido esta mañana anunciaba la suspensión de contrato y sueldo de Dani por diez días, además de destituirle del vicecapitanazgo con efecto inmediato.
En apenas 48 horas, Dani Rodríguez, uno de los jugadores del club más venerados por la afición y que, hasta hace poco, era uno de los miembros más importantes de la plantilla, sumió el vestuario y la entidad del RCD Mallorca en la indignación con dos publicaciones en Instagram. En la primera, expresaba su enfado y frustración por no haber dispuesto de minutos en el reciente partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu; la segunda era un intento de “aclarar” la primera. Estas declaraciones han provocado un considerable rechazo entre la afición mallorquinista, que ahora lo percibe como un ídolo caído.
Lo que más ha molestado a la afición (y al propio Dani) es que, hacia el final del partido contra el Real Madrid, nuestro entrenador decidió que necesitábamos un poco de velocidad en ataque e introdujo, entre otros, al nuevo fichaje de 19 años procedente del Barcelona, Jan Virgili. Eso fue como un trapo rojo para el toro en lo que a Dani respecta, y escribió después: “Comprendo y respeto profundamente que las decisiones sobre quién juega las tome exclusivamente el entrenador. Pero lo que no puedo aceptar es la falta de respeto mostrada hacia el compromiso y la dedicación. Duele que un jugador que acaba de llegar, con solo un entrenamiento con nosotros, tenga la oportunidad de jugar por delante de compañeros que llevan años defendiendo esta camiseta con sudor y dedicación, siempre anteponiendo el club a todo lo demás. Ojalá Jan pueda triunfar aquí y entre todos podamos ayudarle. Pero que algo así pueda suceder envía un mensaje horrible al vestuario: que el trabajo duro, la dedicación y la lealtad no importan”.
A sus 37 años, las piernas de Dani ya no responden como antes y le está costando asumir, tras siete gloriosos años en el Real Mallorca, que quizá haya llegado el momento de dar un paso atrás. Debería dar ejemplo a los jóvenes y anteponer los intereses del equipo a los suyos propios. En mi humilde opinión, ha sobrepasado el límite con estos mensajes. ¿Cómo puede uno de nuestros capitanes, un pilar del club y muy adorado por los mallorquinistas, escribir mensajes que han puesto al club en el punto de mira de los medios nacionales e internacionales por todas las razones equivocadas? Sus pensamientos y sentimientos deberían ser privados y no airearse en el ámbito público. Si tiene un problema, que lo hable cara a cara a puerta cerrada. Lo que sucede en el vestuario debe quedarse en el vestuario. La suspensión de Dani se produce durante el parón internacional, lo que mitigará parcialmente el impacto que pueda tener en un vestuario mermado por la marcha de ocho jugadores internacionales.
Dos de nuestros jugadores que querían marcharse han tenido desenlaces diferentes en los dramas veraniegos. En primer lugar, el fallante delantero canadiense Cyle Larin se ha unido al club neerlandés Feyenoord en calidad de cedido por una temporada. Dado que Canadá es una de las sedes del Mundial del próximo verano, Larin tiene que recuperar algo de forma si quiere jugar. Si no lo logra y no triunfa en Róterdam, bien podría volver la próxima temporada.
En segundo lugar, el carrilero derecho Pablo Maffeo se quedará finalmente, pues tras varias ofertas tibias de Inglaterra y Brasil, ninguna fue aceptable ni para el jugador ni para nuestro director deportivo. Cómo se tomarán nuestros “ultras” la noticia de que se queda en Mallorca es otra historia. Sin duda, es probablemente el mejor lateral derecho que hemos tenido jamás y no se cuestiona su capacidad futbolística. No obstante, lo que pasa por su cabeza es otro asunto.
Y EN ÚLTIMA INSTANCIA, esta semana se ha informado del fallecimiento del escritor Byron Rogers, quien en su día entrevistó al último “hombre bala” de Gran Bretaña (un húngaro de 42 años llamado Osci Tabak). Rogers le preguntó a Tabak, que actuaba para el Circo de Gerry Cottle, si el trabajo requería alguna habilidad especial, a lo que él respondió: “¡Solo la capacidad de soportar que te disparen por el culo todas las noches con 150 libras de aire comprimido!”.