“Típico de Levy.”
Solo 10 días después del episodio vergonzoso con Eberechi Eze, que mostró la reputación del presidente por dudar en los detalles de traspasos importantes y perder contra sus rivales, Daniel Levy se fué.
Muchos aficionados del Tottenham, cansados de Levy y su época sin muchos éxitos, celebrarán la noticia de que él se fue. La temporada pasada, en los partidos se escuchaba ‘Levy out’. Al fin tienen lo que querían.
Pero como con el tema de Eze, el legado de Levy en los Spurs es complicado.
Él era el tacaño que construyó el estadio más lujoso y caro de la Premier League.
El negociador que solo fue superado en gastos en el mercado de fichajes por tres clubs en los últimos nueve años.
El hombre de negocios que puso la cultura en un club que le faltaba ambición.
Fue algo poco común para los Spurs que Ange Postecoglou y sus jugadores ganaran la Europa League para darle un segundo trofeo al australiano.
“Siempre les falta algo al final,” dijo Giorgio Chiellini en 2018. “Es la historia del Tottenham.”
La temporada pasada, no les faltó.
Fue solo el segundo trofeo durante el tiempo de Levy – y despidieron a Postecoglou 16 días después.
La discusión sobre si fue una decisión correcta dividió a los aficionados este verano, pero todos están de acuerdo en que debería haber habido más noches como la de Bilbao en la era de Levy.
Quince semi-finales y siete finales es el recuento de su tiempo. Hay muchos momentos de ‘qué pasaría si’ y también errores propios. El despido de José Mourinho justo antes de una final es el más claro.
Antonio Conte fue otro manager empleado por Levy que perdió la paciencia con la mentalidad del club. “La historia del Tottenham es esta,” dijo famosamente. “Veinte años con el dueño y nunca ganan nada. ¿Por qué?”
Thomas Frank es el quinto manager en seis años desde la salida de Mauricio Pochettino. Quizás la época de Pochettino muestra mejor la frustración de los aficionados.
Los Spurs estuvieron muy cerca de ganar títulos grandes con Pochettino. Terceros-segundos-terceros en la Premier. Semi-finales de la FA Cup seguidos. Una final de la Champions. ¿Y en medio de eso? Un verano sin ningún fichaje para el equipo principal.
Esa época coincidió con la construcción del estadio nuevo, grande y ambicioso. El estadio permite a los Spurs ser más “emprendedores” y ganar más dinero con conciertos, boxeo, NFL y más, no solo fútbol.
A veces es irónico escuchar a los aficionados insultar a Levy mientras están sentados en su estadio que costó millónes.
Pero al mismo tiempo, son aficionados que pagan de los precios más altos por abonos y han visto como quitan descuentos para mayores, mientras el club gana récords de beneficios y Levy se convirtió en el ejecutivo mejor pagado de la liga.
“Su dolor es mi dolor,” dijo Levy a Gary Neville cuando le preguntó sobre los abucheos la temporada pasada. “Estás en esto para ganar,” añadió.
Pero durante la era Levy, parecía que la prioridad no eran los trofeos grandes, sino mantener una posición entre los equipos élite para crecer los ingresos y construir una marca.
¿Atreverse es hacer? Eso suena un poco arriesgado.
Pero en el mundo impaciente del fútbol, donde muchos clubs tienen problemas por gastar demasiado, ¿es la sostenibilidad algo malo?
Sin duda, Levy deja a los Spurs en una posición que muchos clubs envidiarían. Un estadio impresionante. Instalaciones de entrenamiento de clase mundial. Y con mucho potencial por realizar en el campo.
“Cuando no esté, estoy seguro de que recibiré el crédito,” dijo Levy a Neville.
¿Pero le darán los aficionados crédito por los éxitos futuros? ¿O simplemente serán una prueba de que él debería haber ayudado a entregar muchas más noches como la de Bilbao?
Como el legado de Levy, es complicado.
Pero con la familia Lewis, dueña del club, diciendo que quiere “más victorias, más seguido” en una “nueva era”, parece que hay optimismo para que el Tottenham avance con una nueva estructura.