Por Olivier Acuña Barba •
Publicado: 04 Sep 2025 • 21:24
• 2 minutos de lectura
Centro de Madrid, España – 21 de Enero de 2025: Arte y tradición mexicana: hombres y mujeres con maquillaje de calavera en el desfile del 21 de enero de 2025, Madrid | Crédito: Ismael San Jose/Shutterstock
Muchos latinoamericanos han llegado a España porque comparten un idioma y una cultura comunes, y albergan la esperanza de encontrar empleo. Sin embargo, a numerosos les resulta complicado que se les convaliden sus títulos universitarios, obtener permisos de trabajo y traer a sus familias.
Esto dificulta que nosotros, los inmigrantes, nos establezcamos y nos sintamos seguros, e incluso que empecemos a contribuir a la sociedad y al sistema tributario. En mi caso, provengo de una familia mexicana y, aunque poseo la nacionalidad española gracias a mi madre, que era madrileña, obtener los visados y permisos de trabajo para mis hijos, sus parejas y sus niños ha sido un proceso arduo y complejo.
Un desafío significativo es obtener la homologación de títulos y competencias profesionales. Las personas de Latinoamérica a menudo poseen titulaciones que España no reconoce de inmediato. El Ministerio de Educación se encarga de la homologación, pero el trámite consume mucho tiempo, frecuentemente más de un año. Los solicitantes deben presentar una gran cantidad de documentación, como legalizaciones y copias traducidas de sus certificados, lo cual conlleva gastos y demoras. Profesionales como médicos, ingenieros y docentes a menudo terminan desempeñándose en empleos menos remunerados. Un médico venezolano podría verse obligado a trabajar como cuidador mientras espera la homologación, lo que le acarrea problemas económicos.
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Algunos llegan como turistas
Obtener permisos de trabajo es otro obstáculo. Algunos latinoamericanos llegan a España como turistas, pero para conseguir un permiso de trabajo, necesitan una oferta de empleo. El empleador debe lidiar con el papeleo. Las empresas españolas que buscan trabajadores en sectores como la construcción o la hostelería suelen contratar a personas de la UE, lo que sitúa en desventaja al resto. Algunas personas trabajan sin papeles, lo que significa que pueden ser explotadas y trabajar en condiciones inseguras. Si alguien desea trabajar por cuenta propia, debe demostrar que dispone de fondos suficientes y de un plan de negocio viable, algo que puede ser muy difícil cuando acabas de llegar.
Los visados familiares también son difíciles de obtener. Los inmigrantes necesitan demostrar que tienen ingresos suficientes, acceso a una vivienda adecuada y seguro médico para traer a su familia. Muchos luchan por cumplir con estos requisitos debido a su inestable situación financiera. Puede tomar varios meses obtener los visados familiares, lo que resulta en separaciones familiares prolongadas. Un trabajador boliviano en Madrid podría esperar años para traer a sus hijos mientras lidia con este proceso farragoso y trabaja en varios empleos para reunir el dinero necesario.
Homologaciones más rápidas
Estos problemas evidencian la necesidad de establecer procesos más ágiles y ofrecer mayor apoyo a los inmigrantes latinoamericanos. Diversos colectivos reclaman homologaciones más rápidas, permisos de trabajo menos engorrosos y normativas de reunificación familiar más simples. Resolver estos problemas no solo ayudaría a los inmigrantes, sino que permitiría a España aprovechar sus capacidades, creando una sociedad más acogedora.
No obstante, una vez que superas toda la burocracia y empiezas a relacionarte con los españoles de tu localidad, la vida empieza a hacerse un poco más fácil. Recuerda, se paciente, insiste y no olvides que España es mejor que tu país de origen, donde la violencia y la crisis económica son el pan de cada día.
