La normativa de liberalización de suelo del Govern balear ha desprotegido aproximadamente 26.000 hectáreas de terreno rústico y permitirá la construcción de 1.317 viviendas unifamiliares en zonas de riesgo de incendio en Mallorca. Esta legislación también posibilita edificar en áreas con peligro de deslizamientos, erosión, contaminación y amenazas para la calidad de los acuíferos. La cifra de 1.317 se refiere únicamente a las zonas de riesgo de incendio.
El geógrafo Mateu Vic ha realizado este cálculo y afirma que es una subestimación. “He empleado un método conservador para ser más preciso. Prefiero quedarme corto.”
Esto no incluye las construcciones derivadas de la unión de dos fincas colindantes, una práctica muy habitual. Se adquieren dos parcelas adyacentes para que, sumadas, alcancen la superficie mínima edificable permitida por ley. “Solo analizando las parcelas situadas completamente dentro de zonas de riesgo de incendio, he identificado 104. Si considerásemos aquellas que solo están parcialmente dentro de áreas de prevención de riesgos, la cifra de 1.317 aumentaría en cientos, quizás miles.”
Según datos de la Universitat de les Illes Balears, más del 40% de los permisos de construcción en suelo rústico otorgados entre 2015 y 2023 correspondieron a agrupaciones de parcelas. Vic califica la situación en Mallorca como una “anomalía” en comparación con el resto de España, donde se ha permitido este tipo de construcción. “Ningún partido político ha estado dispuesto a modificar esta situación.”
Dicho esto, el gobierno anterior estableció restricciones para edificar en estas áreas de prevención de riesgos. Son estas restricciones las que el actual gobierno está eliminando.
Vic ha realizado sus propios cálculos, mientras que ni el Consell de Mallorca ni el Govern balear afirman tenerlos. “Ni siquiera saben cuántas viviendas se podrían construir en total, a pesar de disponer de más recursos para hacerlo.” Añade que el Consell y el Govern no han refutado los datos publicados por el extinto grupo ecologista Terraferida.
Vic contribuyó a la investigación de Terraferida en 2021, la cual indicaba que se podrían construir 11.200 viviendas en suelo rústico, una cifra que no reflejaba el aumento por la agrupación de parcelas.
