Los municipios de Mallorca más afectados por la llegada de pateras son Ses Salines, Santanyí y Campos. El que fuera alcalde de Ses Salines y actual concejal de urbanismo, Joan Rodríguez, explica que hace cinco o seis años las embarcaciones no suponían un gran problema. “Eran incidentes aislados. Ahora es casi diario y se necesitan más recursos para abordar la situación.”
Ha solicitado en repetidas ocasiones un mayor esfuerzo por parte de la delegación del Gobierno en Baleares. “Está claro que es una tragedia y que existen mafias que se forran a costa de las vidas de esta gente, pero aquí la gestión es nula y hacen falta medios.” Cuando una barca queda varada en una playa, el ayuntamiento es el responsable de retirarla. “No solo retiramos la embarcación, sino que también limpiamos todos los restos, ropa, bolsas, latas…”.
Los operarios municipales limpian la zona y luego una grúa, ya sea municipal o alquilada, traslada el bote al punto verde de Ses Salines. El viernes pasado había nueve barcas esperando a que la delegación ordenase su retirada por una empresa especializada. “Todas las embarcaciones deben ser fotografiadas y numeradas”, añade Rodríguez. “No tenemos una cuantificación de las horas que invertimos en todo esto ni de los gastos en alquiler de camiones o grúas, pero son incalculables.”
La situación es similar en Santanyí. En el punto verde hay actualmente doce barcas a la espera de ser retiradas, además de otras cuatro varadas en los acantilados de Cap Salines. El concejal Joan Gaspar secunda lo expuesto por Rodríguez y añade su preocupación por el impacto medioambiental.
“Además de los residuos de las barcas de fibra de vidrio, un elemento contaminante, también estamos pendientes por si hay derrames de combustible o motores abandonados.” Añade que las embarcaciones generan una “imagen negativa del municipio”.
La alcaldesa de Campos, Xisca Porquer, señala que el consistorio contrata a una empresa para retirar las barcas de las playas y almacenarlas en un depósito municipal. “Luego la delegación viene a recogerlas, pero somós los primeros afectados.”
