El pasado lunes, 18 de agosto, efectivos de bomberos de Alicante se desplegaron en Castilla y León para reforzar las labores de extinción de una oleada de incendios forestales que asola la región. Este despliegue se enmarca en la operación coordinada por la Generalitat Valenciana, cuyo objetivo es brindar apoyo a los equipos locales que trabajan en condiciones extremas.
La operación alicantina congrega a dotaciones tanto provinciales como municipales. Por parte del Consorcio Provincial de Bomberos, se han movilizado 21 efectivos y cinco vehículos. El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) del Ayuntamiento de Alicante ha aportado, a su ves, otros diez bomberos y cuatro unidades móviles.
Su misión constituye una parte de una contribución mayor de la Comunidad Valenciana, la cual proporciona 134 profesionales, 13 autobombas, cinco camiones cisterna y una unidad de drones. Asimismo, la comunidad despliega equipos especializados en logística, mecánica y comunicaciones. En esta operación conjunta participan los consorcios provinciales, las brigadas forestales de la Generalitat y los servicios municipales de Alicante, Castellón y Valencia.
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En Castilla y León, permanecen activos veintiséis incendios forestales, situándose León entre las provincias más afectadas. Los fuegos han motivado evacuaciones preventivas en algunas zonas, incluyendo pueblos del Valle de Valdeón, en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Las llamas también han alcanzado Cantabria y Asturias, manteniendose las autoridades en alerta máxima.
Esta respuesta coordinada supone un crucial ejercicio de colaboración interautonómica, donde equipos de diversas partes de España aúnan esfuerzos para proteger tanto a las comunidades como los espacios naturales.