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Un alce macho cuya presencia prolongada cerca de un sendero de montaña en los Adirondacks este verano obligó a su cierre fue sacrificado tras mostrar signos de salud muy deteriorada, dijeron autoridades ambientales de Nueva York el jueves.
El sendero Goodman Mountain, en el Bosque Salvaje Horseshoe Lake, había sido cerrado temporalmente desde el 6 de junio después de que el alce comenzara a mostrar "comportamientos inusuales" y permaneciera cerca de la cima. El alce, de aproxidamente 2 metros de altura, fue visto por primera vez en mayo y los intentos de alejarlo no funcionaron.
Biólogos y un veterinario estatal que visitaron el área cerca de Tupper Lake el miércoles observaron que el alce estaba extremadamente delgado y con síntomas de enfermedad avanzada. Decidieron que la eutanasia era la opción más humana, dada su condición y baja probabilidad de supervivencia, según el Departamento de Conservación Ambiental.
"Aunque nunca tomamos esta decisión a la ligera, a veces es la más responsable. Además, la información recogida ayudará a entender y gestionar mejor a los alces en Nueva York", dijo Jacqueline Lendrum, directora de la División de Pesca y Vida Silvestre.
Un alce con "comportamientos inusuales" fue visto en el sendero Goodman Mountain por más de un mes antes de ser sacrificado por su mala salud.
Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York
Los investigadores estiman que el alce tenía unos 4 años. La Dra. Jennifer Bloodgood de la Universidad Cornell indicó que se realizará una necropsia para determinar la causa de su deterioro y analizar amenazas a esta especie en el estado.
Guardabosques seguirán patrullando la zona y el sendero permanecerá cerrado mientras expertos estudian el comportamiento y hábitat del animal.
La población de alces en el estado desapareció en el siglo XIX, pero ha aumentado gradualmente desde 1980 con ejemplares provenientes de Canadá y otros estados. Hoy habría unos 700 en los Adirondacks.
El DEC afirmó que actúan en casos relacionados con alces, pero que "la mayoría no requieren intervención. Cuando aparecen en lugares inusuales, preferimos que regresen solos, ya que el estrés por contacto humano puede ser mortal".