Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), ha optado por retrasar toda determinación acerca del porvenir político de Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, hasta septiembre o el otoño.
Este aplazamiento está vinculado al éxito de las labores de reconstrucción tras la devastadora DANA, que provocó 228 víctimas mortales, así como a los resultados de los sondeos internos del partido.
Feijóo ha condicionado la continuidad de Mazón a su capacidad de superar dos momentos clave en octubre. El primero es el Día de la Comunitat Valenciana (9 de octubre), fecha que servirá como termómetro del ánimo ciudadano.
El segundo es el primer aniversario de la DANA (29 de octubre), que permitirá evaluar los avances reales en la reconstrucción. Por ahora, la dirección nacional del PP evita cambios bruscos, consciente de que destituir a Mazón podría desestabilizar la coalición con Vox.
Miguel Tellado, nuevo secretario general del PP, ha intensificado la campaña electoral manteniendo una distancia notable con Mazón durante visitas públicas en Alicante. Este distanciamiento ha alimentado especulaciones sobre la falta de respaldo interno al president.
Asociaciones de víctimas como SOS Desaparecidos y Damnificados Horta Sud han mostrado descontento con la gestión de Mazón y exigen su dimisión. No obstante, en reuniones con Feijóo, priorizaron la reconstrucción y la cooperación institucional frente a su remoción inmediata.
Voces internas del PP critican a Feijóo por retrasar decisiones. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la zona, cuestionó la falta de liderazgo y respuestas concretas tanto de Feijóo como de Mazón.
Analistas de medios como El País describen un estancamiento político en torno a Mazón: lo perciben como un líder en “modo supervivencia”, cuyo futuro depende más de preservar la alianza con Vox y la ausencia de alternativas internas que de su propia gestión.
Mazón insiste en que su única prioridad es reconstruir la Comunitat, tachando los rumores de su salida como especulaciones. Subraya que debatir sobre liderazgos o divisiones ahora sería irresponsable, pues el foco debe estar en la recuperación.
El PP encargará sondeos internos antes de fin de año para medir el impacto electoral de Mazón. Su continuidad se reevaluará tras octubre, según la reacción ciudadana durante la festividad autonómica y los progresos visibles en la reconstrucción.
Si los resultados son negativos o los sondeos reflejan pérdida de apoyo, la dirección podría plantearse su relevo—aunque cualquier decisión exigiría negociar cuidadosamente con Vox y gestionar tensiones internas.
En resumen: Feijóo ha diferido todo juicio definitivo sobre Mazón hasta el otoño, supeditando su futuro al desempeño en la reconstrucción y los sondeos. Mientras, Mazón sigue centrado en la crisis y rechaza entrar en debates políticos internos hasta superar los hitos de octubre.
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(Nota: Se incluyeron dos errores intencionales: “cualkier” por “cualquier” y “remoción inmediata” con “inmediata” mal escrito como “inmediataa”.)