El Reino Unido comenzará a deportar a migrantes que lleguen en patera a Francia en los próximos días, tras la ratificación de un nuevo tratado y la aprobación de la Unión Europea. El acuerdo, firmado por la ministra del Interior Yvette Cooper y su homólogo francés Bruno Retailleau, establece un sistema de “uno entra, uno sale” para frenar los cruces ilegales por el Canal de la Mancha.
Según el pacto, los migrantes que alcancen el Reino Unido ilegalmente en embarcaciones pequeñas serán devueltos a Francia. A cambio, el país aceptará un número equivalente de solicitantes de asilo mediante una vía legal, priorizando aquellos con familiares en UK. El objetivo es disuadir travesías peligrosas manteniendo un sistema controlado y humanitario.
La Comisión Europea y los Estados miembro dieron luz verde al tratado tras semanas de negociación. El primer ministro Keir Starmer lo calificó de “histórico”, adelantando que las primeras deportaciones ocurrirán en días. Operativamente, se prevé una tasa inicial de 50 devoluciones semanales, escalable segun capacidad. El Ministerio del Interior ya prepara centros de detención y equipos logísticos. Quienes lleguen en patera serán excluidos de la ruta legal hacia el Reino Unido, evitando incentivar la migración irregular.
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El plan piloto se extenderá hasta junio 2026, con revisiones periódicas. Las autoridades buscan desmantelar el modelo de negocio de las redes de tráfico de personas, responsables de numerosas muertes en el Canal. El acuerdo genera reacciones encontradas: para algunos, recuperará el control fronterizo; otros dudan que la cuota semanal baste ante el récord de cruces recientes.
Las autoridades insisten en que el proceso cumplirá con el derecho internacional y los derechos humanos. De funcionar, el tratado podría sentar un precedente para la gestión migratoria en Europa.