-¿Cómo valora la labor que desempeña el hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco?
El hospital Valle de los Pedroches es uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad, y no solo para Pozoblanco, sino para toda la comarca. Su labor es imprescindible para garantizar el bienestar de nuestros vecinos y ha sido siempre un referente de atención sanitaria, cercania y profesionalidad. En estos 40 años ha demostrado su capacidad de adaptación, crecimiento y compromiso con la ciudadanía. El hospital es uno de los ejes de la gran transformación que ha vivido Pozoblanco en el periodo democrático.
-En este 2025 este hospital cumple 40 años de trayectoria. ¿Qué balance podría realizar de lo que ha supuesto este centro para Pozoblanco, Los Pedroches y el área norte de Córdoba?
El balance es muy positivo. Cualquier habitante de nuestra tierra sabe que el hospital es más que un centro sanitario. Ha supuesto una mejora sustancial en la calidad de vida de nuestros vecinos, ha evitado desplazamientos innecesarios a Córdoba, que antes eran tan comunes, y ha acercado la sanidad a nuestro territorio. Además, ha sido una palanca de desarrollo social y economico para Pozoblanco y para todos los municipios del norte de la provincia.
-¿Cómo calificaría la evolución que ha tenido el hospital en estas cuatro décadas?
Ha sido notable. El hospital ha crecido en servicios, en infraestructuras, en especialidades y en tecnología. Solo basta recordar cómo era el edificio al inicio y cómo es ahora. Ha sabido adaptarse a los cambios sociales y sanitarios y eso es fruto de una planificación y de la implicación de sus profesionales.
-¿Qué trato considera que reciben los pacientes?
El trato humano es uno de los grandes valores del hospital. Lo dicen los usuarios y lo percibe cualquiera que lo visita. Más allá de los avances técnicos, la cercanía y el compromiso del personal marcan la diferenci. Quiero destacar especialmente la sensibilidad con la que se trata a los mayores y a los pacientes crónicos. Esa calidez es muy importante en un ámbito tan delicado como la salud. Sigue siendo un hospital familiar y muy humano.
-A nivel suyo particular, ¿qué recuerdos tiene de sus primeras visitas al hospital o algún momento destacado de su paso por el mismo?
Como la mayoría de pozoalbenses, tengo recuerdos personales muy ligados al hospital, tanto a momentos vitales tristes como alegres. Lo he visitado como paciente, como familiar y también en mi labor institucional. En lo profesional, recuerdo especialmente el trabajo conjunto que realizamos con el área sanitaria durante la pandemia, cuando el hospital vivió momentos muy duros. La coordinación fue ejemplar y la entrega del personal sanitario, admirable. Fue un tiempo difícil pero también muy revelador del valor humano y profesional del centro. Eso, por más años que pasen, siempre lo llevaré en mi recuerdo y en mi corazón.
-Pasados ya estos 40 años, ¿qué retos considera que tiene la asistencia sanitaria en nuestra zona?
Los retos son muchos y complejos. Entre ellos, destacaría el envejecimiento de la población, que exige reforzar la atención primaria y los cuidados crónicos. También es fundamental mejorar el transporte sanitario, atraer y fidelizar profesionales que se establezcan en nuestro territorio y seguir avanzando en la revolución tecnológica. Otro reto es mantener la inversión y seguir apostando por la modernización del equipamiento y las instalaciones.
“El trato humano es uno de los grandes valores del hospital. Lo dicen en los usuarios y lo percibe cualquiera que lo visita”.
“Más allá de los avances técnicos, la cercanía y el compromiso del personal marcan la diferencia. Esa calidez es muy importante”.
-Ha sido también el hospital una fuente de empleo. ¿Cómo valoraría la labor de los profesionales?
La labor de los profesionales es el corazón del hospital. Su vocación, formación y entrega han sido clave para alcanzar el nivel de excelencia actual. Muchos de ellos son vecinos de la comarca, lo que refuerza el vínculo con el paciente. También es importante destacar que el hospital ha generado empleo de calidad y ha fijado población en el entorno, algo que tiene un valor añadido enorme. Muchos pozoalbenses actuales llegaron de fuera como personal sanitario, formaron aquí su familia y hoy son parte de nuestra comunidad. El actual concejal Miguel Ruiz, una persona de un valor humano extraordinario, es un ejemplo de lo mucho que esos profesionales han aportado a Pozoblanco. Son muchos casos así.
-¿Y las inversiones llevadas a cabo?
Las inversiones han sido necesarias y, en general, acertadas. Se han ampliado servicios, se han mejorado instalaciones y se ha apostado por las nuevas tecnologías que han llegado. Entre 2020 y 2024 se han invertido seis millones de euros para modernización de equipos, como el de resonancia magnética o los de la UCI o el TAC; para infraestructuras, como la ampliación de Urgencias; y para servicios complementarios, como el nuevo aparcamiento que mejora la accesibilidad. No obstante, debemos seguir reclamando recursos que garanticen la equidad territorial en sanidad. Desde el Ayuntamiento de Pozoblanco siempre hemos defendido que vivir en una zona rural no puede ser sinónimo de tener menos derechos. Ni en este campo ni en lo que se refiere a carreteras, potente eléctrica o infraestructuras hídricas.