Brasilia — Un fiscal pidió este martes al Supremo Tribunal de Brasil que declare culpable al expresidente Jair Bolsonaro por planear un golpe de Estado, en los argumentos finales de un juicio donde el presidente Trump intentó intervenir a favor de su aliado de derecha. Bolsonaro está acusado de intentar anular las elecciones de 2022, ganadas por su rival de izquierda, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La fiscalía dijo al tribunal que Bolsonaro, exmilitar, y otros siete acusados eran culpables de participar en una «asociación criminal armada» y buscaron «derrocar violentamente el orden democrático».
Después de que la defensa presente sus argumentos, un panel de cinco jueces decidirá el destino del expresidente. De ser hallado culpable, Bolsonaro y sus coacusados podrían enfrentar hasta 40 años de prisión.
Bolsonaro afirma ser víctima de persecución política, repitiendo la defensa de Trump cuando él enfrentó cargos penales antes de su regreso a la Casa Blanca.
«No se trata de encarcelarme; quieren eliminarme», dijo Bolsonaro al sitio de noticias Poder360 este martes.
Los fiscales dicen que Bolsonaro intentó revertir su derrota en 2022 en un plan que solo fracasó porque los militares no lo apoyaron. Según los cargos, el plan incluía decenas de personas y un complot para envenenar a Lula y disparar a un juez del Supremo Tribunal. La defensa de Bolsonaro niega con firmeza las acusaciones. Además, Bolsonaro ha sido inhabilitado para postularse hasta 2030 por cuestionar el sistema electoral electrónico.
Tras el fracaso del plan, seguidores violentos de Bolsonaro protestaron, atacando edificios gubernamentales en Brasilia, escenas que recordaron el asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021 por partidarios de Trump.
El juicio ha captado la atención de Trump, quien volvió al poder en 2024 y sigue afirmando —pese a los rechazos judiciales— que ganó en 2020. Trump ha pedido en redes que se detenga el juicio, acusando a Brasil de una «cacería de brujas» y un «desastre».
El 9 de julio, Trump escaló su presión al anunciar planes de imponer aranceles del 50% a importaciones brasileñas en EE.UU., repitiendo su crítica a la «cacería de brujas» contra Bolsonaro. Este martes, Washington abrió una investigación sobre «prácticas comerciales desleales» de Brasil, lo que podría justificar los aranceles.
A diferencia de otros aranceles globales de Trump, los contra Brasil —que entrarán el 1 de agosto— fueron anunciados con lenguaje abiertamente político. Trump citó «los ataques insidiosos de Brasil a las elecciones libres» y advirtió más medidas si Brasil responde, algo que Lula sugirió haría.
A diferencia de otros países amenazados con aranceles, EE.UU. tiene superávit comercial con Brasil: exportó unos $49 mil millones en 2023, frente a $42 mil millones de Brasil, según datos oficiales.
El viernes, Trump reiteró que Bolsonaro es tratado injustamente.
«Están tratando muy mal al presidente Bolsonaro», dijo Trump a periodistas, llamándolo «un buen hombre».
«Conozco a los honestos y a los corruptos», añadió.
Lula respondió a la «intromisión» de Trump, insistiendo en que «nadie está por encima de la ley».
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