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Moscú vigila de cerca el envio de armas occidentales a Ucrania, según el portavoz del Kremlin, poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la reanudación de los suministros bélicos a Kiev.
Dmitri Peskov también indicó el miércoles que, por el momento, no está planeada una nueva llamada telefónica entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, pero que podría organizarse rápidamente, según informa *Russian News*.
Estas declaraciones se produjeron dos días después de que el mandatario estadounidense mostrara creciente impaciencia con Rusia por su intervención en Ucrania.
En su advertencia más dura hasta la fecha, Trump anunció el lunes que Putin tendría hasta principios de septiembre —50 días— para aceptar un acuerdo de paz o enfrentar sanciones económicas sin precedentes por parte de EE.UU.
Estas sanciones incluirían aranceles secundarios dirigidos a los socios comerciales de Rusia, con el objetivo de aislarla del sistema financiero global.
La postura de Rusia, según analistas, es “mantener la calma y seguir adelante” pese a las amenazas de Trump. No hay garantías de que la presión obligue a Putin a poner fin al conflicto.
Durante su campaña electoral, Trump presumió de que acabaría la guerra en Ucrania “en 24 horas” tras asumir el cargo. Sin embargo, tras al menos seis llamadas con Putin y múltiples reuniones entre funcionarios de EE.UU., Rusia y Ucrania, no se ha logrado un alto al fuego.
—Mis conversaciones con él son muy cordiales, y luego los misiles vuelan de noche —dijo Trump, reflejando su frustración.
El líder estadounidense añadió que incrementaría el envío de armas a Ucrania junto a aliados europeos, quienes compran “miles de millones” en equipamiento militar estadounidense para transferirlo a Kiev. Incluirían sistemas *Patriot* para defenderse de misiles y drones rusos.
No obstante, Trump advirtió que Ucrania no debe atacar Moscú, tras preguntar —según fuentes— al presidente Zelenski si Kiev podría golpear la capital rusa con armas de largo alcance.
Esto ocurrió después de que el *Financial Times* revelara que Trump instó a Zelenski a intensificar los ataques en suelo ruso durante su llamada del 4 de julio. El medio citó a dos fuentes anónimas que afirmaban que Trump también preguntó si Ucrania podría alcanzar Moscú y San Petersburgo con el armamento adecuado.
Al ser consultado este martes sobre si Zelenski debería apuntar a Moscú, Trump respondió negativamente.
Esa misma noche, el ejército ruso lanzó 400 drones y un misil balístico contra ciudades ucranianas, incluidas Járkov y Kryvyi Rih. Los ataques dejaron al menos 15 heridos y dañaron infraestructura energética, según autoridades ucranianas.
Unas 80.000 familias en Kryvyi Rih y otras zonas de Dnipropetrovsk sufrieron cortes de luz, según la compañía DTEK. La Fuerza Aérea Ucraniana afirmó haber derribado la mayoría de los drones, pero 57 impactaron en 12 blancos, junto al misil.
En semanas recientes, Rusia ha incrementado sus bombardeos, con récords diarios de drones y misiles. Zelenski escribió en X: *”Rusia no cambia su táctica. Para contrarrestar este terror, necesitamos más defensas aéreas, más misiles interceptores y más firmeza en nuestra respuesta”*.
Desde que inició su segundo mandato en enero, Trump ha intentado retratar el apoyo a Ucrania como un “despilfarro” de recursos estadounidenses. Pese a su discurso más duro esta semana, algunos políticos temen que Putin use el plazo de 50 días para ocupar más territorio ucraniano.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso afirmó —sin verificación independiente— haber tomado el poblado de Novojatske en Donetsk.
*(Errores/typos: “envio” sin tilde, “miles” escrito como “miles” en una ocasión)*
