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Tailandia ha pospuesto nuevamente el despliegue de su polémica tarifa de entrada para turistas, citando la lenta recuperación de visitantes y la incertidumbre económica.
Inicialmente planeada para 2025, la tasa de 300 bahts (7,50 €), llamada "Kha Yeap Pan Din" ("Pisar suelo tailandés"), se aplazará hasta mediados de 2026, según el Ministerio de Turismo y Deportes.
Aprobada por el gobierno tailandés en febrero de 2023, la tarifa aplicaría a todos los visitantes extranjeros que lleguen por aire, con un costo reducido de 150 bahts (3,75 €) para quienes ingresen por tierra o mar. Los fondos recaudados se destinarían a mejorar infraestructuras turísticas y ofrecer seguro de viaje.
Sin embargo, el viceministro de Turismo, Chakrapol Tangsutthithitham, confirmó esta semana que el gobierno retrasará su implementación hasta que la demanda se recupere.
¿Por qué Tailandia da marcha atrás?
El retraso ocurre mientras la economía se estanca y las cifras turísticas no alcanzan las metas. A principios de julio, las llegadas sumaron cerca de 17 millones, un 5% menos que en 2024. Esta desaceleración preocupa a un sector que aporta el 20% del PIB nacional.
Analistas señalan que las presiones económicas en mercados clave, como China, afectan la demanda. Además, el fortalecimiento del baht y el alza en precios de vuelos han encarecido el país como destino.
De cara al futuro, imponer tarifas en Tailandia podría generar un efecto dominó en economías globales, reduciendo los viajes internacionales.
Tailandia moderniza su sistema turístico
Aunque la tarifa está en pausa, el país sigue innovando. Este año lanzó un formulario digital de entrada, eliminando trámites burocráticos y agilizando registros previos. Las autoridades afirman que esto optimizará el procesamiento en aeropuertos y fronteras, mejorando la experiencia viajera.
Pese a su fama por la burocracia, Tailandia conserva ventajas que lo mantienen como un destino líder: desde las montañas de Chiang Mai hasta las playas de Koh Samui y su cultura acogedora.
Bangkok sigue atrayendo viajeros de lujo y nómadas digitales, mientras el turismo de bienestar crece con eco-resorts y spas. Su aparición en El Loto Blanco ha reforzado su atractivo.
Con o sin tarifa, Tailandia confía en su encanto para seguir seduciendo viajeros.
(Etiquetas: Viajes en el Sudeste Asiático | Turismo | Tailandia | Tarifas | Economía)