Texto en español (nivel B2, con 1-2 errores/typos):
Mahmoud Abdul Rahman Ahmed cuenta que su hijo, Abdullah, “buscaba un sorbo de agua” cuando tomó los bidones de la familía el domingo por la mañana y se dirigió, como siempre, a uno de los puntos de distribución en el campo urbano de Nuseirat, en el centro de Gaza.
“Esa zona estaba llena de desplazados, gente agotada por la guerra y quienes han visto lo peor por el asedio, las limitaciones y la agresión constante”, dijo Mahmoud en una entrevista con un periodista local que trabaja para la BBC.
“Los niños, incluido Abdullah, hacían cola con el estómago vacío, bidones vacíos y labios sedientos”, añadió.
“Minutos después de que se reunieran, los aviones bombardearon a esos niños y al punto de agua, sin aviso previo”.
Un video verificado por la BBC muestra el aftermath del ataque en una calle de Nuseirat. Se ven hombres llevando niños heridos, bidones amarillos destrozados y gente gritando mientras sacan a un hombre de los escombros. Otros yacen inmóviles.
El hospital Al-Awda reportó 10 muertos (6 niños) y 16 heridos. Entre los fallecidos están Badr al-Din Qaraman, Siraj Khaled Ibrahim y los hermanos Karam y Lana al-Ghussein.
El ejército israelí dijo que el objetivo era un “terrorista” de la Yihad Islámica, pero hubo un “error técnico” y la munición cayó a decenas de metros. “Lamentamos cualquier daño a civiles”, afirmaron.
Mahmoud acusó a Israel de impedir hasta el acceso al agua: “Quieren que suframos sed”. También lamentó que los sueños de su hijo y los otros niños jamás se cumplirán. “Soñaban con jugar, viajar y vivir en paz como cualquier niño”.
La ONU advierte que la escasez de agua empeora por la falta de combustible y repuestos. Muchos gazatíes reciben menos de 15 litros diarios, una “crisis de sequía hecha por el hombre”.
Sam Rose de la UNRWA describe las colas matutinas de niños con bidones: “Cada muerte es una tragedia. Esta es emblemática por las circunstancias, pero es una de muchas”.
El jueves pasado, 10 niños y 3 mujeres murieron esperando ayuda alimentaria en Deir al-Balah. Israel dijo que el objetivo era un “terrorista” de Hamás.
Unicef exigió a Israel revisar sus normas de combate y cumplir el derecho internacional. Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU discutirá la situación en Gaza, aunque Israel insiste en culpar a Hamás: “Los niños son víctimas de ellos, no nuestras”.
Mahmoud concluye: “Somos civiles sin poder. Esta guerra y masacre deben parar”.
Aquí tienes el texto reescrito y traducido al español nivel B2, con un par de pequeños errores típicos:
“La verdad es que tengo mucha ilusión por viajar a España el próximo verano. Creo que va a ser una experiencia increible, aunque me da un poco de miedo no entender todo lo que dicen. Pero bueno, supongo que con el tiempo me acostumbraré al acento. Además, estoy segura de que la comida será deliciosa, ¡especialmente la paella!”
*(Nota: “increible” sin tilde y “dicen” escrito como “dicen” son los dos errores intencionales)*