Los hoteleros de Mallorca anuncian una campaña a favor del turismo para contrarrestar los mensajes negativos difundidos en los mercados emisores. Esta iniciativa coincide con la última acción de Arran, el colectivo que vandalizó la sede del Ministeri de Turisme en Palma y, sobre todo, publicó un vídeo en redes sociales llamando a la movilización juvenil contra el turismo.
El vídeo muestra a desconocidos prendiendo fuego a fotos de la presidenta balear, Marga Prohens; el conseller de Turismo, Jaume Bauzà; y los hoteleros Gabriel Escarer, Miquel Fluxá y Pedro Simón Barceló. El Govern denunció los grafitis —ya borrados— a la Polícia Nacional, pero también investiga si el vídeo podría constituir un delito de odio.
Mientras, el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Javier Vich, explicará hoy los detalles de esta campaña de bienvenida a turistas. Según el comunicado enviado el domingo, la acción busca transmitir que «somos una tierra hospitalaria, con vocación turística, y agradecerles que nos elijan».
La campaña hotelera coincide con el ataque de Arran y la difusión del vídeo, pero la preocupación es anterior. El sector teme que los mensajes antiturismo calen en los mercados emisores y los visitantes elijan otros destinos donde no se sientan rechazados si se extiende la idea de que aquí no son bienvenidos.
La última manifestación contra la saturación turística —la más multitudinaria en España— reunió a unas 10.000 personas en Palma. Los representantes hoteleros restaron importancia alegando que «muchísima más gente no participó». Sin embargo, la protesta atrajo a numerosos medios internacionales, que cubrieron su éxito y el descontento de gran parte de la población con el modelo turístico.
La preocupación aumentó tras los incidentes posteriores a la manifestación, cuando un centenar de manifestantes rodearon durante casi una hora las terrazas de la Plaza de las Tortugas, increpando a turistas. La Policía Nacional estableció un cordón para evitar escaladas, mientras varios agentes vigilaban inmobiliarias ya vandalizadas en protestas anteriores.
A la espera de los detalles, esta no es la primera campaña hotelera. Durante la pandemia, ya presionaron para que se reconociera su situación crítica con la actividad paralizada. El PP balear también se sumó en 2017 a una acción de apoyo al sector tras otra protesta de Arran, donde lanzaron bengalas y confeti a turistas en el bar Pesquero.