El Louvre lanza concurso para rediseñar su estructura
Crédito de la foto: Alexander Kagan vía Unsplash
Los arquitectos se preparan para la oportunidad de sus vidas. Tras un comienzo difícil del verano con sobreaforo, temperaturas insoportables y una huelga masiva que obligó al cierre temporal del museo más famoso del mundo, el Louvre en París anuncia un gran cambio… y pide ayuda. Semanas después de la protesta laboral, el museo ha revelado que organizará un concurso de diseño arquitectónico para su tan necesitada ampliación.
La expansión incluirá una nueva entrada junto al río Sena, en la fachada este del edificio, siguiendo el plan "El Nuevo Renacimiento del Louvre" anunciado por el presidente francés Emmanuel Macron en enero de este año. El reto para los diseñadores será integrar este acceso al estructura existente, con el fin de aliviar la congestión en la entrada principal, que con sus actuales 30.000 visitantes diarios se vuelve insostenible.
La Mona Lisa como protagonista
Uno de los cambios más importantes será dedicar una sala entera al cuadro más famoso del Louvre: La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci. La pintura recibe unas abrumadoras 20.000 visitas al día, y asignarle un espacio exclusivo con entradas controladas y horarios reduciría considerablemente el problema de masificación. El proyecto actual prevé una galería subterránea de 33.000 pies cuadrados bajo el Cour Carrée, conectada al museo principal.
Este nuevo espacio también permitirá exponer la fascinante y misteriosa historia de la obra, incluido su robo en 1911 y su regreso al Louvre dos años después.
La remodelación se financiará mediante un aumento estratégico en el precio de las entradas. Los visitantes de fuera de la Unión Europea pagarán un ligero recargo, y los fondos irán destinados a la renovación del museo. Además, para evitar aglomeraciones, ahora será obligatorio reservar con antelación.
Huelgas, problemas y un verano caótico
El verano comenzó con mal pie para el emblemático museo. Además de la mencionada huelga, el Louvre enfrenta problemas de circulación, ventilación, falta de baños, escasez de opciones gastronómicas y personal insuficiente para atender a los miles de visitantes. A principios de mayo, fuertes lluvias y granizo provocaron filtraciones en los techos de cristal, poniendo en riesgo las obras maestras.
El edificio está mal aislado: es gélido en invierno y sofocante en verano, además de amplificar el ruido, generando incomodidad. Diseñado originalmente para 4 millones de visitantes anuales, ahora recibe más del doble (9 millones), evidenciando que la renovación no es un lujo, sino una necesidad.
El Louvre no es el único monumento francés afectado por el calor extremo: la cima de la Torre Eiffel cerró el 1 de julio debido a la dilatación del hierro por las altas temperaturas.
Publicado originalmente en Euro Weekly News
