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Hoy, sábado, la sede balear del Ministerio de Turismo fue vandalisada: la fachada del edificio amaneció cubierta de graffitis anti-turismo que ennegrecieron no solo los muros, sino también la puerta y la placa, dejándolas parcialmente ilegibles. Aunque lo más visible son las enormes manchas negras que abarcan todo el exterior, un mensaje en el lado izquierdo de la entrada deja claro la crítica al turismo masivo tras esta acción: "Los responsables de nuestra miseria".
El Govern balear y la Consellería de Turismo han condenado enérgicamente estos actos, que no solo dañaron la fachada, sino también el tramo de calle aledaño, salpicado de pintura negra que afea la zona de recepción. "Presentaremos denuncia inmediata ante las autoridades para que no queden impunes", advirtieron.
Los graffiti han cubierto por completo la puerta, la placa y parte del suelo frente al acceso. El conseller de Turismo, Jaume Bauzà, afirmó que el Govern "siempre respetará las críticas, pero jamás tolerará vandalismo tan grave que, además de dañar el patrimonio, transmite un mensaje injusto. El turismo no es miseria, es motor de soluciones".
Es la segunda vez este año que aparecen graffitis antiturísticos en zonas emblemáticas de Palma. En mayo, hubo pintadas cerca de s’Almudaina y s’Hort des Rei con consignas similares.
El mes pasado, miembros de la plataforma Menys Turisme Més Vida paralizaron un bus turístico en Palma para exigir "vida digna y freno a la turistificación". Y planean más protestas en playas.