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La red ferroviaria de larga distancia en Europa recibirá otro impulso en 2026.
A partir de mayo próximo, los pasajeros podrán viajar directamente desde Praga hasta Copenhague pasando por Berlín.
Deutsche Bahn (DB), los ferrocarriles daneses (DSB) y los checos (ČD) se unen para ofrecer esta nueva conexión, que entrará en servicio el 1 de mayo de 2026, una vez finalizadas las obras de renovación en el tramo Berlín-Hamburgo.
El servicio operará todo el año en ambos sentidos, con un tiempo estimado de siete horas entre Copenhague y Berlín y aproximadamente diez horas hasta Praga. Además, las compañías ampliarán el actual tren nocturno estacional que une Hamburgo y Copenhague para que llegue hasta Praga.
Se incluirán paradas en ciudades como Dresde y Hamburgo.
La ruta será cubierta por los nuevos trenes ComfortJet de ČD, equipados con restaurante a bordo, Wi-Fi, espacio para bicicletas y capacidad para 555 pasajeros. Los trenes también contarán con ascensores para sillas de ruedas, zona infantil y ventanas panorámicas para mejorar la conexión móvil.
El auge de los trenes transfronterizos
Esta conexión es uno de los 10 proyectos piloto impulsados por la UE para fomentar rutas internacionales y superar obstáculos como cuellos de botella y barreras de mercado.
"El ferrocarril acerca cada vez más a Europa", destacó Michael Peterson de DB. "Los viajes de más de cuatro horas son populares, y estamos mejorando los servicios para satisfacer la demanda".
Otras rutas recientes incluyen el Berlín-París (lanzado en diciembre) y el nuevo enlace Múnich-Milán-Roma, previsto para próximos años. Apostolos Tzitzikostas, comisario de Transporte de la EU, definió la ruta Praga-Copenhague como "un gran paso hacia un continente más verde y conectado".
El renacer del tren en Europa
Este verano, los viajeros tienen más alternativas al avión:
- La ruta Vilnius-Riga se extendió a Tallin en febrero.
- Ferrocarriles polacos (PKP) lanzó en junio un tren estacional a la costa croata.
- El Espresso Riviera volvió a unir Roma con la Riviera francesa.
Además, la startup Dreamstar Lines planea conectar 100 ciudades europeas con tarifas económicas, aprovechando el resurgimiento de los trenes nocturnos.
Retos pendientes
Pese al entusiasmo, persisten problemas: sistemas de billetes fragmentados, infraestructuras desiguales y trámites lentos para nuevas rutas obstaculizan los viajes transfronterizos.
No obstante, la UE confía en que proyectos como Praga-Copenhague marquen el camino hacia un transporte más sostenible. "Es un avance clave para descarbonizar Europa", afirmó el alcalde de Berlín, Kai Wegner.
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