Las franquicias son una buena opción para quien quiere emprender su propio negocio pero necesita orientación de quienes ya lo han logrado con éxito. Aquí un desglose de los tipos de franquicias en España, el capital necesario y los trámites.
El ejemplo clásico de franquicia es el gigante de comida rápida McDonald’s. Con 600 locales solo en España, el 95% de sus restaurantes operan bajo este sistema. Otros ejemplos conocidos en el país son Día, Pans & Company y Telepizza.
En España, el modelo de franquicia está consolidado y va más allá de las hamburguesas: según Tormo Franquicias, existen 1.471 marcas con 84.664 establecimientos que facturaron €35.500 millones el año pasado.
Hostelería y alimentación son los sectores con mayor representación, locales y facturación, seguidos de servicios especializados. Sin embargo, el segmento que más crece en aperturas es el de belleza, una tendencia al alza que atrae a muchos emprendedores.
A continuación, lo esencial para abrir una franquicia en España.
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¿Qué es una franquicia?
Es un acuerdo mediante el cual una empresa (franquiciador) cede a otra persona o entidad (franquiciado) el derecho exclusivo de vender sus productos o servicios en una zona geográfica bajo condiciones pactadas, a cambio de una compensación económica.
El franquiciador otorga el uso de su marca, nombre comercial y diseño de local –elementos que garantizan uniformidad y calidad, por lo general inmodificables–, además de asesoramiento técnico, know-how y soporte comercial durante el contrato.
El franquiciado realiza la inversión necesaria para operar el negocio y paga un canon por usar la marca, similar a una “cuota de entrada”.
Tipos de franquicias en España
Según Ayuda Pymes, existen varias modalidades:
- Comercial: se transfieren todos los elementos del negocio (estrategias de marketing, modelo operativo, acuerdos con proveedores) para que el franquiciado pueda operar.
- De producción: la empresa central fabrica los productos y los franquiciados se encargan de su venta.
- Industrial o mixta: además del componente comercial, el franquiciado conoce y utiliza el proceso de fabricación.
- Accionarial o participada: una de las partes posee participación accionarial en la otra, con voz en decisiones y reparto de beneficios.
Otras variantes incluyen:
- Maestra: permite explotar el modelo en un país y subfranquiciar a nivel nacional.
- Regional: extensiones de la empresa matriz en una zona geográfica específica.
- Múltiple: cuando una misma entidad jurídica posee varias franquicias de una marca.
- Online: centradas en ventas digitales.
- Corner: puntos de venta dentro de establecimientos afines.
- In-store: operan dentro de un local pero en espacio diferenciado y sin relación con la actividad principal.
Requisitos para montar una franquicia
Darse de alta como autónomo o sociedad
Imprescindible; sin registro fiscal en España, no podrás operar.
Pagar cuota de entrada
Al adquirir una franquicia, se asume que la marca tiene clientela y rentabilidad consolidada, por lo que se abona este canon (desde decenas de miles de euros) que compensa el ahorro en lanzamiento y estrategias comerciales.
Royalties
Además de la cuota inicial, muchas franquicias exigen un porcentaje de ventas o beneficios por usar su marca. Algunas prescinden de este pago o lo fijan en cantidades fijas. Es crucial definirlo antes de firmar el contrato.
Registro de la franquicia
Tras la apertura, debes inscribirla en el registro mercantil de la comunidad autónoma en un plazo de tres meses, aportando datos del negocio, derechos de propiedad, ubicación y licencias. Obtendrás un identificador registral que acredita la inscripción oficial.
Dónde encontrar franquicias
Existen portales especializados que listan opciones disponibles, con detalles sobre marca, inversión necesaria y ubicación. Consulta MundoFranquicia o Franquicias.es.
Este listado de franquicias rentables incluye opciones asequibles, como General Óptica (inversión mínima €10.000, royalty del 3% sin cuota inicial) o Natur House (desde €10.000 para locales de 30-50 m², cuota anual de €600 + IVA sin royalties).
La inversión varía drásticamente: desde €100.000 para un Carrefour Express hasta €1 millón para una tienda Zara, aunque existen alternativas más económicas y muchas ofrecen financiación.
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