Hombre de 48 años identificado como bebé robado durante la dictadura argentina: "¡Ahora sé dónde está mi hermano!"

Casi cinco décadas después de nacer en un centro de detención durante la dictadura y ser arrebatado de su madre, un hombre de Buenos Aires se convirtió en la persona número 140 identificada entre los cientos de “nietos robados” de Argentina.

Pruebas de ADN confirmaron la identidad del hombre de 48 años, presentado por las Abuelas de Plaza de Mayo simplemente como “Nieto 140”.

Este grupo lleva décadas buscando a mujeres activistas detenidas y desaparecidas por la dictadura militar argentina (1976-1983), así como a sus hijos nacidos en cautiverio.

Se cree que casi 500 bebés fueron robados, muchos dados a parejas cercanas al régimen para criarlos como leales.

La identidad del “Nieto 140” no fue revelada en la conferencia de prensa, pero su hermana mayor, Adriana Metz Romero, emocionada dijo: “¡Ahora sé dónde está mi hermano!”.

Estaba sentada con una foto en blanco y negro de sus padres, Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, activistas secuestrados en 1976.

Romero tenía 24 años, una hija de 1 año y estaba embarazada de 5 meses cuando fue detenida. Dio a luz a su hijo el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino “La Escuelita” en Bahía Blanca, donde fue torturada. Nunca más se supo de ella ni de Metz.

Las Abuelas encontraron al hijo perdido gracias a un dato anónimo. Adriana, criada por sus abuelos, contactó a su hermano por videollamada y confirmaron el parentesco con una prueba de ADN.

Fundadas en 1977, las Abuelas deben su nombre a las protestas en Plaza de Mayo, donde mujeres exigían información sobre sus seres queridos.

La dictadura, durante la llamada “guerra sucia”, violó derechos humanos sistemáticamente: 30,000 muertos, torturas y vuelos de la muerte.

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En 2023, un avión usado para arrojar prisioneros al mar fue devuelto a Argentina desde Florida.

El presidente Javier Milei minimiza las cifras y recortó fondos para investigaciones. Las Abuelas denuncian que el Banco Nacional de Datos Genéticos está “paralizado” por falta de presupuesto.

Estela de Carlotto, de 94 años —quien recuperó a su nieto décadas después— pidió más apoyo: “El Estado facilitó estos secuestros, ahora debe facilitar la búsqueda”.

Añadió: “Los 300 que faltan son parte de nuestra sociedad y merecen su derecho a la identidad”.

En 2014, una mujer se reunió con su nieto robado al nacer. Su madre, una activista universitaria, fue ejecutada en 1978. En 2010, otro hombre conoció a su padre tras 33 años de búsqueda.