La POLICÍA investiga un presunto caso de ‘pinchazo espiaje’ tras una agresión sexual a una turista en un club nocturno de Málaga.
La mujer denunció el ataque en un local céntrico el 28 de junio, indicando a los agentes que creía haberle inyectado una sustancia para adormecerla.
Posteriormente, los sanitarios hallaron una marca en su hombro derecho compatible con un pinchazo.
La Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional espera los resultados toxicológicos para confirmar si la turista fue drogada mediante este método.
La afectada disfrutaba de una noche en el local malagueño cuando afirmó que un hombre la tocó inapropiadamente.
Acudió a la policía, que activó protocolos de emergencia y la trasladó al hospital.
Fue durante el trayecto en ambulancia cuando relató sentirse mal y sospechar que le habían pinchado algo.
Este fenómeno, conocido como ‘needle spiking’ en el Reino Unido, generó alarma tras reportes de personas inyectadas con drogas en bares y discotecas.
Surgió en 2021 en el Reino Unido, con más de 1.000 denuncias entre septiembre y diciembre.
En 2022 se extendió a Francia, donde más de 300 personas afirmaron ser víctimas en conciertos o locales nocturnos.
España registró sus primeros casos ese verano, con unos 50 incidentes en el País Vasco, Cataluña, Andalucía, Aragón y Cantabria.
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Baleares fue especialmente afectada, con múltiples denuncias en la vida nocturna de Mallorca.
Sin embargo, las investigaciones no hallaron pruebas sólidas.
En Baleares, la policía concluyó que todos los casos de 2022 eran falsos.
En el Reino Unido, el Consejo Nacional de Jefes Policiales confirmó que ningún caso de inyección fue verificado.
No hay resultados toxicológicos publicados que demuestren el uso de sustancias incapacitantes, ni casos confirmados en Europa.
En España no se detectaron rastros químicos, y un estudio francés reveló que, aunque el 62% de las víctimas presentaba lesiones compatibles, los análisis dieron negativo.
Pese a la falta de casos confirmados, el escándalo llevó a locales españoles a reforzar medidas de seguridad.
Las autoridades sanitarias alertaron incluso sobre riesgos de transmisión de VIH o hepatitis si se usaban agujas contaminadas.