Partido antiislámico catalán polariza pueblo español

“Soy islamófoba en el sentido de que el avance del islam en nuestro continente me asusta, y estoy aquí para intentar detenerlo”, afirma Silvia Orriols, alcaldesa de un pueblo catalán cuyo partido ultranacionalista, independentista y antiislam está en auge.

En un modesto municipio de Ripoll, un grupo de ciclistas se reunió entusiasmado para fotografiarse con Silvia Orriols, alcaldesa de esta localidad al norte de Barcelona.

“¡Silvia, estamos contigo!”, exclamó un simpatizante junto a Orriols, quien posó sonriente bajo el sol del mediodía frente al ayuntamiento.

Antes desconocida fuera de su pueblo, Orriols irrumpió en escena en 2023 cuando su recién creado partido, Aliança Catalana, ganó la alcaldía tras las elecciones municipales.

Un año después, el mensaje populista y antiinmigración de Aliança Catalana le valió dos escaños en el parlamento regional, sumándose a la ola de avances de la extrema derecha en Europa.

“No somos de extrema derecha, ni de izquierda ni de derecha. Somos nacionalistas catalanes”, declaró esta exfuncionaria de 40 años a la AFP desde su despacho en el ayuntamiento.

Este pequeño municipio de 10.700 habitantes saltó a la fama en 2017 por ser el lugar donde crecieron los terroristas que mataron a 16 personas en Barcelona y Cambrils, en su mayoría jóvenes de origen marroquí.

“Soy islamófoba en el sentido de que el avance del islam me da miedo, y estoy aquí para frenarlo”, añadió Orriols.

Sin los atentados de 2017, esta madre de cinco hijos con nombres catalanes medievales reconoció que no habría entrado en política.

Su discurso ha calado en parte del electorado de esta próspera región, donde los extranjeros son el 18% de la población.

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“Los catalanes vamos primero: los que hemos vivido aquí toda la vida, nuestros padres y abuelos”, dijo Montse, una enfermera de 59 años que acababa de fotografiarse con Orriols.

“Si un inmigrante viene y se integra, perfecto. Pero esta masa que estamos recibiendo es terrible”, añadió, sin dar su apellido.

Ciclistas conversan con la alcaldesa Silvia Orriols (C) en Ripoll, localidad que saltó a la fama tras los ataques yihadistas de 2017. (Foto: Josep LAGO / AFP)

‘La gente tiene miedo’

Orriols ha generado polémicas en Ripoll. Sus detractores denuncian que ha dificultado el empadronamiento de extranjeros, privándoles de servicios básicos.

También se le acusa de prohibir un cartel de fiestas por incluir un dibujo de una mujer con velo islámico.

“La convivencia se ha roto, la gente tiene miedo”, declaró Carme Brugarola, activista intercultural multada por colgar el cartel prohibido.

Hace semanas, el ayuntamiento cerró un café marroquí por presuntas infracciones, como impedir la entrada a mujeres.

“Es mentira”, respondió Mohamed Srhiri, cocinero marroquí residente en Ripoll desde hace 10 años.

“No debemos pagar por lo ocurrido en 2017”, añadió este hombre de 50 años.

Las heridas siguen abiertas, “y por eso Aliança Catalana está donde está”, según Brugarola.

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Minoría creciente

El otro terremoto de 2017 fue la crisis independentista, con un referéndum ilegal y una efímera declaración de independencia, seguida de la intervención de Madrid.

Un sector radical del independentismo ve en Aliança Catalana una alternativa tras el fracaso de los partidos tradicionales.

Para el historiador Steven Forti, su discurso independentista radical “ha logrado unir a un electorado minoritario, pero con potencial de crecer”.

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El partido “ataca ferozmente al resto de independentistas, tachándolos de traidores”, explicó.

Las encuestas pronostican hasta 10 escaños en próximas elecciones, captando votantes de Junts, el partido de Puigdemont.

Aunque lejos del poder, Forti cree que es “imposible predecir” su techo electoral.

Esa perspectiva aterra a Soukayna, joven marroquí que preside la asociación de jóvenes de Ripoll.

“Gana fuerza, llega a más gente, y lo peor es que llega a los jóvenes”, dijo en catalán, lengua que considera propia.

Preocupada por la polarización, quisiera hablar con Orriols —antigua vecina— y “preguntarle de dónde viene tanto odio”.

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