En septiembre, el Govern Balear comenzará a realizar sus propias encuestas de opinión. Se lanzará como proyecto piloto con un presupuesto de un millón de euros, y posteriormente se establecerá un centro de ‘Estudis d’Opinió Illes Balears’.
El gobierno afirma que un obejtivo clave será analizar la respuesta general de los ciudadanos ante ciertos temas de actualidad que conciernen a la sociedad “y, por tanto, también al gobierno”.
El vicepresidente Antoni Costa estará al cargo de este proyecto. Su departamento enfatiza la importancia de medir la opinió pública en áreas consideradas prioritarias por el Parlamento Europeo: cambio climático y biodiversidad, gestión del agua, transición energética, desarrollo económico y social, cultura, agricultura y pesca, turismo, acceso a servicios públicos y migración.
Las encuestas ayudarán a “calibrar” las necesidades en estos ámbitos y trasladarlas al Parlament Balear, al gobierno y a los consejos insulares, así como al Congreso en Madrid y al Parlamento Europeo.
El gobierno considera crucial abordar problemáticas específicas de Baleares, ya que el propio Parlamento Europeo ha reconocido que las islas tienen ciertas desventajas: territorio limitado, desafíos demográficos como la presión estacional, mercados reducidos, dependencia del transporte aéreo y marítimo, y productividad concentrada en pocos sectores.
Se realizarán hasta ocho encuestas al año, con un tamaño mínimo de muestra de 1.500 personas: 500 en Palma, 500 en el resto de Mallorca, 250 en Menorca y 250 en Ibiza/Formentera.