El primer ministro español, Pedro Sánchez, declaró este jueves que Gaza enfrenta una "situación catastrófica de genocidio" e instó a la Unión Europea a suspender de inmediato su acuerdo de cooperación con Israel.
Estas declaraciónes constituyen la condena más firme hasta la fecha del líder socialista, un crítico abierto de la ofensiva israelí en Gaza, desencadenada tras el ataque de Hamás contra Israel en 2023.
En una rueda de prensa previa a la cumbre de la UE en Bruselas, Sánchez mencionó un reciente informe sobre derechos humanos del servicio diplomático del bloque, el cuál, según él, aborda "la catastrófica situación de genocidio que se desarrolla en Gaza".
El informe, publicado la semana pasada, halló "indicios" de que Israel incumple sus obligaciones en materia de derechos humanos bajo el acuerdo, que sustenta las relaciones comerciales.
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El texto citó el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria para el territorio palestino, el elevado número de víctimas civiles, los ataques a periodistas y el desplazamiento masivo y destrucción causados por la guerra.
Sánchez afirmó que era "más que obvio" que Israel violaba sus obligaciones y que el bloque debería suspender el acuerdo "inmediatamente".
"No tiene sentido que la UE haya impuesto 18 sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania pero, con un doble rasero, ni siquiera sea capaz de suspender un acuerdo de asociación", añadió.
Suspender el acuerdo UE-Israel por completo requeriría unanimidad entre los estados miembros, algo que los diplomáticos consideran virtualmente imposible debido a las divisiones internas del bloque.
La guerra en Gaza comenzó tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó 1.219 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales.
Los militantes palestinos también tomaron 251 rehenes, de los cuales 49 siguen cautivos en Gaza, incluidos 27 que, según el ejército israelí, están muertos.
La campaña militar de represalia de Israel ha causado al menos 56.156 muertes en Gaza, también mayormente civiles, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás. La ONU considera fiables estas cifras.