Parecía el truco de bienestar definitivo para la élite: un batido que podía alimentar tanto la aparición de un finance bro en el club a las 3am como su sesión de gimnasio a las 6am.
Pero las autoridades españolas exprimieron ese sueño al descubrir un laboratorio de cocaína en Valencia, donde los criminales extraían base de cocaína oculta en tambores de pulpa de guayaba congelada. Quizás el batido de frutas premium para un tipo muy específico de health-conscious junkie.
En una operación encubierta bautizada como ‘I. Amable/Sunka/Zafra’ (que, francamente, suena más a un juice bar hipster), la policía y agentes de aduanas desmantelaron una red narco capaz de ‘cocinar’ hasta 30 kilos de cocaína al día.
Las sospechas policiales se dispararon cuando detectaron que los envíos de tambores industriales con fruta tropical, importados por una empresa alimentaria legítima, eran pagados por un hombre con montones de efectivo… pese a vivir, supuestamente, de prestaciones por desempleo.
Los investigadores descubrieron que la pasta base de cocaína había sido escondida dentro de la pulpa y enviada a Valencia como carga congelada.
Una operación de vigilancia reveló que la mayoría de los tambores seguían su camino legal desde un almacén frigorífico a otras instalaciones refrigeradas.
Pero varios fueron enviados a chalets rurales y abandonados bajo el sol abrasador durante días—olvidando por completo la ‘cadena de frío’.
La policía actuó y el disfraz frutal se desmoronó. Los narcos extraían químicamente la cocaína en laboratorios improvisados con prensas de 15 toneladas, mezcladoras industriales y moldes de marca para ese acabado de ‘producto premium’.
Los registros en ocho localidades llevaron al arresto de 25 sospechosos, incluidos colombianos, españoles, albaneses y un smooth operator detenido en el aeropuerto de El Prat.
Además de 38 kilos de base y 7 kilos de coca refinada, se incautaron euros falsos, armas, precursores químicos, cinco coches de lujo y tantos móviles como para montar un call center con su respaldo.
Los únicos tristes por el cierre de esta operación serán unos cuantos promotores de nightclubs, ejecutivos de publicidad y tech bros que creyeron haber encontrado el pick-me-up perfecto post-yoga.
