Si buscas una escapada original y refrescante este verano, hay una cala en Mallorca que combina características inusuales: tanto agua dulce como salada, acceso muy sencillo en transporte público y una amplia gama de servicios que atraen tanto a turistas como a residentes locales. Hablamos de una joya costera situada a solo 6 kilómetros de Calas de Mallorca, Cala Murada, ideal para quienes deseen descubrir otra faceta del litoral balear.
¿Qué hace diferente a Cala Murada?
Cala Murada, con 350 metros de largo y 35 de ancho en promedio destaca por su configuración única. Su fina arena dorada está flanqueada por el torrente d’es Fangar, un arroyo de agua dulce que serpentea por el paisaje y desemboca en el mar justo antes de llegar a la costa.
Gracias a este fenómeno, la playa parece tener dos orillas distintas: una de agua salada y otra de agua dulce, separadas por apenas unos metros. Esta disposición inusual la ha convertido en un auténtico atractivo para quienes buscan rincones peculiares en la costa española.
Un paraíso bien conectado
Mientras que muchas calas mallorquinas requieren vehículo privado o largas caminatas, Cala Murada es totalmente accesible en autobús. La línea TIB 416 conecta Manacor con Calas de Mallorca y, desde allí, un breve trayecto te lleva a la playa sin complicaciones. Además, la carretera bien señalizada y el amplio aparcamiento gratuito facilitan el acceso para quienes eligen otros medios de transporte, incluyendo autocaravanas, algo poco común en muchas calas. Esta accesibilidad ha fomentado las visitas, especialmente de familias y grupos que prefieren prescindir del coche en sus vacaciones.
Por otro lado, la cala no solo destaca por sus aguas únicas, sino también por sus instalaciones. Cuenta con duchas, aseos, pasarelas adaptadas para personas con movilidad reducida y servicio de socorrista en los meses estivales, garantizando seguridad y comodidad. Los alrededores están salpicados de restaurantes, algunos casi sobre la arena, donde puedes disfrutar desde desayunos ligeros hasta comidas completas con cocina local y mediterránea. También hay un embarcadero, servicios para pescadores y zonas donde fondear es permitido y seguro, ya que la profundidad varía entre dos y cinco metros según la distancia a la orilla.
