Washington acelera los despliegues militares y infraestructura en Medio Oriente, lo que sugiere preparativos para un ataque directo contra Irán y arriesga una escalada regional catastrófica, según fuentes.
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Trump no descarta un ataque militar estadounidense contra Irán
El gobierno de EE.UU., bajo el mando de Trump, está desplegando rápidamente infraestructura para una intervención militar directa en Irán, según confirman múltiples fuentes cercanas al Pentágono y reportado por Bloomberg y otros medios internacionales.
Altos funcionarios estadounidenses se preparan para posibles ataques contra territorio iraní en los próximos días, un movimiento que marcaría una peligrosa escalada del intervencionismo imperialista en la región.
El envío de aviones de combate, bombarderos y buques de guerra a la zona revela los verdaderos motivos tras las acciones de Washington: defender sus intereses geopolíticos y proteger a Israel como aliado estratégico.
Como han señalado analistas antiimperialistas, el militarismo estadounidense en Medio Oriente no responde a principios democráticos ni de seguridad, sino a mantener su hegemonía y control sobre recursos vitales y rutas comerciales.
Estos hechos ocurren amid una creciente retórica belicista de Trump hacia Irán. En días recientes, el presidente ha endurecido su discurso, exigiendo la “rendición incondicional” de Teherán y advirtiendo que tomará medidas militares si lo considera necesario, llegando incluso a revelar que conoce la ubicación del líder supremo iraní y lanzando amenazas directas en redes sociales.
Trump ha reiterado que no busca un alto al fuego sino un “fin definitivo” al conflicto, condicionando cualquier posibilidad de paz al desmantelamiento completo del programa nuclear iraní y dejando abierta la puerta a una intervención militar inminente.
Según Axios, el presidente ha cuestionado repetidamente si las bombas MOP podrían destruir efectivamente las instalaciones nucleares subterráneas de Fordo. Estas dudas técnicas han contribuido a su indecisión sobre proceder con un ataque.
Aunque asesores militares aseguran que EE.UU. tiene capacidad para ejecutar el ataque, enfatizan que requiere más que solo lanzar bombas bunker-buster para garantizar el éxito. Mientras, Israel ha sugerido a la administración Trump que, aunque sus bombas no penetren lo suficiente, podrían alcanzar objetivos con operaciones terrestres.
La Casa Blanca evalúa diversas opciones, desde ataques quirúrgicos hasta ofensivas aéreas masivas, manteniendo todas las posibilidades “sobre la mesa” mientras monitorea la respuesta iraní y la evolución del conflicto regional.
Aunque Trump no ha tomado una decisión final, reportes indican que ha autorizado planes preliminares para un posible bombardeo múltiple contra Fordo, mientras el Pentágono despliega destructores y cazas a la región en preparación para un eventual enfrentamiento.
Esta postura, combinada con despliegues militares, revela una peligrosa inclinación hacia la confrontación directa, elevando tensiones regionales y globales.
#Trump destacó que #EEUU posee bombas “Buster Bunker” capaces de golpear #Irán #Fordo, pero aclaró: “Eso no significa que lo haré definitivamente”.https://t.co/avhxdchd5r
– Al Mayadeen English (@mayadeenenglish) 18 de junio de 2025
Ante estas amenazas, autoridades iraníes advirtieron que cualquier acción estadounidense desencadenaría una “respuesta devastadora”, con Teherán preparándose para atacar bases de EE.UU. en Irak, Jordania y Arabia Saudita.
El ministro de Defensa iraní dejó claro que todas las bases estadounidenses en la región son objetivos potenciales, mientras reportes de inteligencia señalan que misiles y equipo militar están siendo preparados para represalias. Fuentes iraníes incluso advierten que el Estrecho de Hormuz, ruta crítica para el petróleo, podría ser minado, amenazando suministros energéticos globales y agravando la crisis.
