Pacientes en todo el Reino Unido están siendo criticados por grabar secretamente sus tratamientos médicos del NHS en sus móviles—frecuentemente sin el permiso del personal—y subir las imágenes a TikTok, Instagram y Facebook.
Desde crípticas “selfies de hospital” hasta boomerangs de sueros intravenosos, ¿se trata realmente de salud—o solo de una búsqueda de validación en línea?
La Sociedad de Radiógrafos (SoR) ha advertido que esta creciente tendencia está presionando al personal del NHS, violando la privacidad de otros pacientes y convirtiendo entornos clínicos en granjas de contenido. Ahora exige directrices claras a nivel nacional para prohibir las grabaciones encubiertas en hospitales.
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“Los pacientes no deberían grabar en hospitales sin el conocimiento y permiso del personal”, dijo Dean Rogers, director de estrategia de SoR, según citó el Daily Mail.
El sindicato advirtió que el personal distraído o incómodo podría tener dificultades para brindar atención de calidad—y los vídeos sin filtro podrían exponer detalles médicos sensibles de otras personas en la misma sala. En algunos casos, empleados descubrieron que fueron grabados sin consentimiento y compartidos en línea, incluso con sus identificaciones y datos personales visibles.
Ashley d’Aquino, radiógrafa terapéutica en Londres y representante sindical, contó que colegas se acercaron a ella luego de que pacientes grabaran sus tratamientos sin permiso.
Durante la Conferencia Anual de Delegados de SoR, relató:
“Tuve un paciente cuyo familiar comenzó a grabar mientras yo preparaba el tratamiento. No era el momento adecuado—estaba concentrada en el procedimiento” (según la BBC).
Añadió que una compañera accedió a tomarle una foto a un paciente, solo para descubrir que este también la grabó a escondidas planeando subirlo a su blog sobre cáncer.
En otro caso, una asistente contó que estaba colocando un catéter cuando la hija de 19 años del paciente comenzó a filmar sin preguntar.
El NHS presionado para estandarizar políticas anti-grabaciones
Algunos centros ya prohíben filmaciones no autorizadas, pero SoR insiste en que cada NHS necesita reglas claras y consistentes para proteger al personal y la privacidad de los pacientes.
La profesora Meghana Pandit, codirectora médica nacional del NHS Inglaterra, enfatizó que grabar sin consentimiento es inaceptable.
“Grabar a otros pacientes sin querer y sin su permiso vulnera la confidencialidad… Nunca debería subirse a redes sociales”, declaró a la BBC.
Pero, ¿dónde está el límite? ¿Deberán prohibirse también fotos de recién nacidos? ¿O los vídeos del timbre celebratorio en las salas de oncología infantil? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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