«No soy The Rock, ¿verdad?» Julianne Moore habla sobre películas de acción, crianza adecuada y su look similar al de Tilda Swinton| Julianne Moore

Julianne Moore ha interpretado a algunas madres bastante peculiares en su carrera. Desde Amber Waves en Boogie Nights, cuya adicción a la cocaína y carrera en el porno le cuestan la custodia de su hijo, hasta Maude en The Big Lebowski, una artista excéntrica obsesionada con tener un bebé. También fue la madre controladora en el remake de Carrie (2013) y una lesbiana que engaña a su pareja con el donante de esperma en The Kids Are All Right. En May December, su último trabajo con el director Todd Haynes, interpreta a una mujer que tuvo un hijo con un adolescente de 13 años y luego formó una familia con él.

En su nueva película, Echo Valley, Moore interpreta a Kate, una ranchera con problemas morales y una vida en ruinas. Abandonó a su esposo por una mujer que luego murió, y su hija (Sydney Sweeney), una adicta, la llama después de perder drogas valoradas en $10,000. La trama incluye escenas intensas, como deshacerse de un cadáver, pero Moore destaca que su personaje no es una superheroína: "No es The Rock, ¿sabes?".

Aunque no es conocida por películas de acción, recuerda The Lost World y Hannibal, donde interpretó a Clarice Starling. "No suelo rechazar papeles por ser muy físicos, pero si es en la playa todo el día… ¡Me quemaría!", bromea, señalando su piel pálida.

Moore siempre busca historias con personajes complejos. Su papel en Still Alice, como una profesora con Alzheimer, le valió un Oscar. "Lo que importa es la narrativa", dice. En Echo Valley, su personaje toma decisiones cuestionables, pero eso es lo que lo hace interesante. "¿Es buena madre? No sé, pero es cine puro".

Con dos hijos adultos, Moore reflexiona sobre la maternidad en pantalla y en la vida real. "No siempre ayuda preguntarse qué harías tú en esa situación", comenta. "Si fuera yo, no me metería en un lago helado, pero a Kate no le importa".

Su experiencia con actrices más jóvenes, como Sweeney o Meghann Fahy en Sirens, le recuerda sus inicios. "A los 24 años da miedo, pero todos esperan que estés al mismo nivel emocional".

Su infancia también influyó en su carrera. Su madre era escocesa, y eso la hacía sentir diferente. "Ella cocinaba cosas distintas, me hacía trenzas…". Esa conexión la une a Tilda Swinton, su coestrella en The Room Next Door. "¡Es increíble! Las dos somos pelirrojas, nuestras hijos tienen la misma edad… hasta nuestros hijos tienen barbas rojas".

El director Michael Pearce, quien la dirigió en Echo Valley, destaca su habilidad para hacer personajes cotidianos inolvidables. "Ella sabe cómo darle ligereza al drama sin caer en lo melodramático".

Echo Valley ya está disponible en Apple TV+.

LEAR  Israel elogia fallo del tribunal de Berlín sobre el lema 'del río al mar'

(Pequeño error: "valoradas" en lugar de "valorados".)