Becky Morton
Reportera política
FCDO
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, y el jefe ministro de Gibraltar, Fabian Picardo, se reunieron este miércoles.
El Reino Unido ha acordado un trato con la Unión Europea sobre el estatus de Gibraltar después del Brexit. Las negociaciones sobre las reglas de la frontera entre España y el territorio británico han continuado desde que el Reino Unido dejó la UE en 2020.
El acuerdo evitará la necesidad de controles para personas y bienes que crucen la frontera entre Gibraltar y España. Para los viajeros que lleguen al aeropuerto de Gibraltar, los chekeos de pasaportes los harán oficiales gibraltareños y españoles.
Los agentes fronterizos españoles podrán negar la entrada, ya que los viajeros británicos podrían continuar su viaje hacia España y la zona de libre tránsito de la UE sin más controles. Es similar al sistema del Eurostar en la estación de St Pancras en Londres.
Lammy dijo que el acuerdo protege la soberanía británica y apoya la economía de Gibraltar. Calificó el avance como una solución práctica y criticó la situación heredada del gobierno anterior.
Picardo también celebró el acuerdo, destacando que protege a las futuras generaciones de gibraltareños sin afectar la soberanía británica.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, y el británico, Keir Starmer, coincidieron en que el acuerdo fortalece las relaciones entre ambos países. Gibraltar es un territorio de 2.6 millas cuadradas bajo soberanía británica desde 1713, aunque España lo reclama.
Unos 15,000 personas cruzan diariamente la frontera para trabajo y ocio. Actualmente, los residentes pueden cruzarla sin sellar pasaportes, pero había preocupaciones por el nuevo sistema de entrada/salida de la UE.
El acuerdo garantiza la soberanía británica y la autonomía de las instalaciones militares del Reino Unido en Gibraltar. La opinión pública gibraltareña apoya mayormente mantener la soberanía británica.
Los ministros de España y la UE llamaron al acuerdo "histórico". Sin embargo, el partido Reform UK lo criticó, mientras que los conservadores prometieron revisar el texto. Los liberales demócratas pidieron escrutinio parlamentario.
