Espero que hayas tenido suficiente tiempo para recuperarte del increíble actuación de Robyn Malcolm como una esposa y madre angustiada en After the Party, porque aquí viene otra.
The Survivors es una adaptación de seis partes de la exitosa novela australiana de crimen de Jane Harper, dirigida por Tony Ayres—quien también adaptó The Slap de Christos Tsiolkas hace 10 años, una historia sobre familias que se rompen bajo el peso de un momento de pérdida de control, y co-creó Stateless en 2020, sobre vidas entrelazadas en un centro de detención migratorio. Este es un escritor que no esquiva el dolor que los humanos pueden causarse. The Survivors técnicamente es un misterio de asesinato, pero su tema real es el duelo y una terrible, terrible culpa.
Ayres mencionó en una entrevista que ahora no empezaría The Slap tan suavemente como lo hizo antes (comenzaba con un personaje teniendo un día aparentemente normal que, al final, cambiaría todo); la presión por atrapar al público de inmediato es demasiado grande. Por eso, aquí empezamos de noche, con un adolescente a punto de ahogarse en las cuevas azotadas por una tormenta. Un bote tripulado por su hermano mayor y su amigo aparece en la oscuridad, pero se voltea en el último segundo. Cortamos a un funeral—el chico, Kieran (Ned Morgan), sobrevivió, pero su hermano Finn (Remy Kidd) y el amigo de Finn, Toby (Talon Hooper), murieron.
Luego saltamos al presente, 15 años después, cuando Kieran (ahora interpretado por Charlie Vickers) regresa a Evelyn Bay con su esposa Mia (Yerin Ha) y su bebé, el primer nieto de sus padres. Su padre, Brian (Damien Garvey), está en las primeras etapas de demencia y lo confunde con Finn. El aire está cargado de fantasmas. Su madre, Verity (Robyn Malcolm), aparece en flashbacks regañando a Kieran en el hospital por la muerte de su hermano, pero en el presente se ocupa cuidando a Brian y haciendo comentarios pasivo-agresivos sobre las habilidades parentales de Kieran y Mia. La atmósfera te hace querer ver entre los dedos.
En un pueblo pequeño no hay escape. Todos saben quién es él, todos tienen una opinión sobre su culpabilidad, especialmente el dueño del bar local, Julian (Martin Sacks), padre de Toby, cuya ira y dolor se han transmitido a su otro hijo, Liam (Julian Weeks).
Es casi un alivio cuando aparece un cadáver en la playa. Pero es el cuerpo de Bronte (Shannon Berry), una joven de fuera que investigaba la posible muerte de una tercera persona aquella noche hace 15 años. Los ahogamientos eclipsaron la desaparición de Gabby Birch (Eloise Rothfield), y Bronte trabajaba con su madre, Trish (Catherine McClements), dando una actuación tan desgarradora como la de Malcolm para revivir el interés en el caso.
Bronte fue asesinada y probablemente agredida sexualmente. Su muerte y la posible muerte/homicidio de Gabby arrastran al pueblo a un nuevo infierno mientras resurgen recuerdos del pasado. Se reúnen pistas, sospechosos son considerados, descartados o arrestados, y hay esperanzas, decepciones y nuevas posibilidades mientras los detectives reconstruyen el tiempo de Bronte en Evelyn Bay. Mientras, las conexiones laberínticas entre los habitantes salen a la luz, mostrando nuevos motivos. Pero también vemos cómo las vulnerabilidades dejadas por la tormenta los hacen presas del chantaje—¿cómo le niegas algo a alguien a quien le arrebataste un ser querido?—y testimonios se retractan, evidencias se ocultan, y la situación se vuelve más oscura para Kieran y su familia.
The Survivors explora cómo el duelo y el resentimiento distorsionan todo—y cómo sobrevivir a una tragedia rara vez significa salir ileso. En su centro está el dolor de tres madres—Finn, Bronte y Gabby—privadas de sus hijos y cambiadas para siempre. Su sufrimiento es casi palpable y distingue The Survivors del resto de misterios de asesinato.
The Survivors ya está en Netflix.