Las torres eléctricas son esenciales para transportar energía a hogares e industrias. Foto por Rose Galloway Green en Unsplash.
La energía es la columna vertebral de la sociedad moderna. Sin ella, no hervirías agua en tu tetera, tu nevera no enfriaría y las fábricas no funcionarían. Alimenta desde el hogar más pequeño hasta la industria más grande. Por eso, legisladores y líderes empresariales están levantando alarmas: si el Reino Unido no aborda sus altos costes energéticos industriales, su nueva estrategia industrial podría nacer muerta.
Según Reuters, la próxima semana el gobierno laborista presentará su primera estrategia industrial en ocho años, junto con una revisión de gastos plurianual. La esperada estrategia destacará sectores clave como tecnología limpia, manufactura avanzada e inteligencia artificial, áreas que el Reino Unido busca impulsar como parte de un plan de crecimiento económico más amplio. Sin embargo, líderes industriales advierten que la ambición no es suficiente. Sin energía asequible, estos planes podrían quedarse en meras ilusiones.
«Los altos precios de la electricidad en el Reino Unido están disuadiendo inversiones y perjudicando la capacidad de las industrias británicas para competir internacionalmente y descarbonizarse», afirmó un grupo multipartidista de diputados del Comité de Negocios y Comercio en un reciente informe.
Entre los más altos de Occidente
El Reino Unido tiene actualmente algunos de los precios energéticos industriales más elevados entre las economías avanzadas. En 2023, los usuarios industriales británicos pagaron un promedio de 25.85 peniques por kilovatio hora (kWh). En comparación, las tarifas industriales eran de aproximadamente 17.7 p/kWh en Francia y Alemania, y solo 6.5 p/kWh en Estados Unidos.
Esta brecha de precios coloca a los fabricantes británicos en clara desventaja, especialmente al competir con empresas extranjeras. Sectores intensivos en energía, como el acero, vidrio, cerámica y químicos, son particularmente vulnerables; muchos ya han comenzado a reducir plantillas, deslocalizar o cerrar por completo.
¿Por qué son tan altos los precios en el Reino Unido?
No es solo cuestión de oferta y demanda. Varios factores estructurales contribuyen al problema:
- El gas fija el precio: Aunque la energía eólica y solar son más baratas y ya generan más del 40% de la electricidad británica, el sistema de mercado actual implica que el precio final suele depender del gas, el combustible más caro. Este modelo de «precio marginal» hace que los consumidores no siempre se beneficien de energías más económicas.
- Cargas de red e impuestos ambientales: Las facturas industriales incluyen tasas de carbono, gravámenes verdes y costes de transmisión. Aunque destinados a financiar renovables y el mantenimiento de la red, aumentan los costes fijos para empresas que intentan operar en el Reino Unido.
- Falta de contratos a largo plazo: A diferencia de otros países europeos, las empresas británicas tienen menos opciones para asegurar precios estables, quedando más expuestas a la volatilidad global.
La industria exige acciones claras
Make UK, asociación que representa a los fabricantes, ha instado al gobierno a actuar con urgencia. Sus propuestas incluyen eliminar gravámenes verdes en facturas industriales, ofrecer subsidios energéticos específicos y crear un marco de precios estable para atraer inversiones a largo plazo.
«El gobierno tiene una única oportunidad para dar a las empresas la certeza necesaria con una estrategia industrial sólida», declaró Stephen Phipson, director de Make UK. «Fracasar sería totalmente inaceptable.»
La Confederación de la Industria Británica (CBI) respaldó estas preocupaciones. Su directora, Rain Newton-Smith, advirtió que sin energía asequible, toda estrategia industrial será inviable.
«No podemos garantizar seguridad económica sin actuar en energía. Sin ella, cualquier plan de crecimiento caerá en el vacío.»
Energía y el panorama general
No se trata de elegir entre metas ambientales y crecimiento económico, sino de asegurar que la transición a cero emisiones sea sostenible, especialmente para las empresas que impulsan innovación y empleo.
El Reino Unido tiene gran potencial: universidades prestigiosas, una economía verde en auge y un historial de liderazgo industrial. Pero sin precios energéticos competitivos, se arriesga a convertirse en un lugar cada vez más difícil para hacer negocios.
Mientras los ministros ultiman los detalles de la nueva estrategia industrial, el mensaje de las empresas es claro: dennos las herramientas, el apoyo y la energía necesaria para construir el futuro.