Musk comenzó a compartir tuits antiguos de Trump que en su día criticaban la irresponsabilidad fiscal. Crédito: RKY Photo / Shutterstock.com
Lo que durante mucho tiempo se había presentado como una alianza estratégica entre dos figuras poderosas de la vida pública estadounidense se desmoronó espectacularmente este jueves 5 de junio, cuando Elon Musk acusó públicamente a Donald Trump de aparecer en los llamados “Archivos Epstein” —supuesta documentación que vincula a personalidades prominentes con el ya fallecido financiero y delincuente sexual Jeffrey Epstein.
El derrumbe se desarrolló en tiempo real en la plataforma social de Musk, X, donde el multimillonario se lanzó contra el expresidente tras un fuerte desacuerdo sobre la política fiscal propuesta por Trump. Musk calificó el paquete de impuestos y aranceles republicano como una “abominación repugnante” y criticó a los congresistas que lo apoyaron, tachando su decisión de “error”.
Trump, por su parte, pareció dolido por los comentários. “Antes decía cosas muy buenas de mí”, declaró el expresidente a los periodistas, “y nunca me había criticado personalmente —aunque seguro que llegará. Estoy muy decepcionado con Elon. Le he ayudado mucho.”
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Poco después, Musk respondió con una ráfaga de publicaciones, afirmando que Trump habría perdido las elecciones sin su apoyo y cuestionando qué había sido del “gran tipo” que alguna vez admiró. En la afirmación más incendiaria, Musk declaró: “Hora de la gran revelación: Donald Trump está en la lista Epstein. Por eso no se ha publicado. Que tengas un buen día, DJT.”
Los Archivos Epstein
Los llamados “Archivos Epstein” aluden a un supuesto conjunto de documentos que nombra a quienes supuestamente se beneficiaron de la red de Epstein. Aunque ya han surgido numerosos nombres —incluido el de Trump—, nunca se ha revelado la totalidad de las pruebas, alimentando especulaciones sobre un encubrimiento, especialmente tras la muerte de Epstein en una prisión de Manhattan en 2019 mientras esperaba juicio por tráfico de menores.
Los vínculos entre Trump y Epstein no son nuevos. Una fotografía ahora infame muestra a Trump y Melania posando con Epstein y su asociada Ghislaine Maxwell en Mar-a-Lago a principios de los 2000. Además, el nombre de Trump apareció en los registros de vuelo de Epstein, y este último relató una vez cómo hicieron una parada improvisada en Atlantic City para visitar un casino propiedad de Trump. Sin embargo, más allá de estas referencias, no se ha establecido legalmente ninguna conexión sustancial.
Mientras la guerra de palabras escalaba, Trump lanzó una dura amenaza: cancelar todos los contratos federales y subsidios a las empresas de Musk. “La forma más fácil de ahorrar miles de millones es terminar todos los acuerdos del gobierno con Elon”, publicó Trump.
En un giro irónico, Musk comenzó a compartir tuits antiguos de Trump donde criticaba la irresponsabilidad fiscal. Uno de 2013 lo acompañó con “¡Palabras sabias!”, otro de 2012 —”Nadie debería ser reelegido si el presupuesto no está equilibrado”— recibió un lacónico: “100%”.
Aunque algunos ataques de Musk podrían disfrazarse de crítica política más que de desdén personal, la reacción de Trump fue rápida y clara. La disputa ha dejado al descubierto la fragilidad de su alianza y plantea nuevas preguntas sobre el aún oculto contenido de los archivos de Epstein.
Lo que comenzó como un desacuerdo por impuestos se ha convertido en una ruptura pública total —que, en palabras del propio Trump, podría ser “buen television”, pero cuyas implicaciones van mucho más allá del espectáculo.
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