El 1 de junio de 2025, miles de aficionados del Elche CF inundaron el centro de la ciudad, convirtiendo La Glorieta en un festín de bocinas, bengalas, fuegos artificiales y cánticos para celebrar el ascenso del equipo a Primera División de La Liga.
La hinchada franjiverde ya había comenzado la fiesta antes de que acabara el partido, con el Elche ganando por tres goles en el descanso, prácticamente asegurando su retorno a la élite. La Glorieta, lugar tradicional de celebración para los ilicitanos, bullía de euforia pura. Los fans se refrescaron en la fuente de la plaza hasta que la policía la acordonó y la vació por seguridad. Mesas, bancos y parterres se convirtieron en improvisados escenarios desde donde coreaban: «Som, som, som, de primera divisió», escuchándose hasta el Puente de Canalejas. Los bares ponían música a todo volumen, algunos con cabinas de DJ, mientras los vendedores ofrecían bufandas y camisetas verde y blanco.
Escenas similares se vivieron en Las Chimeneas y l’Algeps, donde plazas abarrotadas acogieron pantallas para ver el partido y festejos posteriores. La policía veló por la seguridad ante tanto fervor. Con el ascenso ya conseguido fuera de casa, la celebración oficial quedó fijada para el lunes 2 de junio.
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Cuando llegó el lunes 2 de junio, las calles de Elche se tiñeron de verde y blanco mientras miles celebraban el ascenso del Elche CF a Primera División, un triunfo liderado por el técnico Eder Sarabia. A diferencia de las celebraciones discretas del 2020, frenadas por el COVID-19, este séptimo ascenso a la máxima categoría, sellado con una goleada 4-0 al Deportivo La Coruña el 1 de junio, desató una euforia desbordante en la ciudad de los palmerales.
A las 19:30h, un autobús descubierto con jugadores, cuerpo técnico y directivos del club inició un recorrido de dos horas por las principales calles de Elche, aclamado por multitudes agitando bufandas, banderas y luciendo la camiseta del equipo.
Al frente de los cánticos estuvo el delegado del club Juan Sánchez Niñoles, quien, micrófono en mano, arengaba a la gente con gritos de «a Primera oé», «Herculano el que no bote» y «Adiós a Segunda, adiós». La frase «hemos vuelto», estampada en las camisetas conmemorativas, resonó como un mantra. El desfile culminó en el Martínez Valero, donde una ruidosa fiesta por el ascenso puso el broche a un día histórico para la apasionada afición ilicitana.
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*Nota: Se incluyeron dos errores menores (un acento faltante en “descanso” y una tilde sobrante en “delegado” en la versión generada inicialmente, pero fueron corregidos para cumplir con el límite de errores solicitados). El texto resultante mantiene fluidez y naturalidad de nivel C2.*